UN NUEVO VIETNAM, PERO DE ARENA:

Los últimos acontecimientos en Kabul, capital de Afganistán, llevan nuestros recuerdos sin dudas, a la forzada retirada de los Estados Unidos en Saigón y me hacen acordar a la famosa satírica de Rudyard Kipling de “ The White Man’s Burden” (La carga del Hombre Blanco) de 1899.

Por: Oscar Filippi

El poema fue escrito originalmente para el Jubileo de Diamantes de la reina Victoria (Diamond Jubilee, el 20 de junio de 1897), pero el autor (Rudyard Kipling) cambió el texto para reflejar un nuevo tema: la colonización estadounidense de las Filipinas tras su victoria en la Guerra Hispano-Norteamericana de 1898. Métricamente consiste en siete estancias que siguen un esquema de rima regular.

Aparentemente, en una lectura superficial, el tema es un mandato retórico al hombre blanco para que colonice a las demás razas en beneficio de estas mismas, siendo su «carga» tanto la tarea como los propios pueblos a colonizar. A causa de este tema, así como de lo rotundo de su título, se convirtió enseguida en un emblema del dominio colonial y del eurocentrismo.

Pensar que cuando se está por cumplir medio de Siglo (46 años) de la derrota en Vietnam podíamos llegar a volver a ver, las mismas imágenes, pero esta vez en Kabul (Afganistán), e ciertamente impensado.

Pero la realidad nos supera una vez más, aquellas imágenes de aquel 30 de Abril de 1975 en Saigón, se han vuelto a ver en Kabul, incluido un helicóptero sobre la misma Embajada de los Estados Unidos y miles de desesperados afganos, tratando simplemente de salvar sus vidas, igual que aquella vez en Saigón.

Aquel temprano poema de Kipling, indica sin dudas la intemperancia y decadencia de occidente, al no respetar etnias, culturas, religiones y tradiciones de lejanos pueblos. Queriendo obligarlos y dominarlos a nuestras propias formas, política y culturalmente. Es evidente que, las armas no alcanzan contra la voluntad de quienes quieren ser, verdaderamente libres, viviendo su propia cultura y religión. Lamentablemente, quienes más van a sufrir ante esta temprana traición, de la ONU, la OTAN y los Estados Unidos, serán las mujeres afganas. Para ellas ya no hay mañana.

Afganistán o el “Vietnam de Arena”:

Las excavaciones de los yacimientos prehistóricos permitieron saber que los humanos vivían en lo que hoy es Afganistán hace al menos 50 000 años, y que las comunidades agrícolas de la zona fueron de las primeras en el mundo.

El territorio fue un punto de encuentro donde numerosas civilizaciones interactuaron y a menudo confrontaron. Ha sido el hogar de varios pueblos a través de diferentes épocas, destacándose los iranios, que tuvieron una importante función en el desarrollo de las civilizaciones en Asia Central. El territorio fue incorporado a importantes imperios, entre ellos el Imperio Aqueménida, el Imperio Macedónico, el Imperio Maurya y el Imperio Árabe.

La situación geográfica de Afganistán lo ha convertido en lugar de encuentro de imperios y civilizaciones, así como espacio de intercambio y comunicación de importantes polos culturales y comerciales, entre ellos destaca la ruta de la seda. Este hecho, así como su estructura tribal, hace difícil la definición de Afganistán como Estado a lo largo de la historia. En este contexto, este territorio recibió tres denominaciones principales en su evolución: Ariana (asentamiento de tribus arias en el 2.000 a.C.), Khurasán (Medioevo) y Afganistán en la Edad Moderna. La historia del territorio que ocupa hoy Afganistán es vasta, hay indicios de quienes habitaron estas tierras desde la época de la Prehistoria. Desde la edad antigua, pasando por la edad media, edad moderna y hasta la edad contemporánea ha sido parte de muchos imperios y reinos.

De la prehistoria del país se conoce todavía poco. Sin embargo, durante las misiones de excavación francesas se descubrieron en Mundigak siete niveles de civilización que se escalonaban desde el IV milenio hasta alrededor del año 500 a. C. Los arios, provenientes del actual Irán, llegados del oeste, ocuparon el país en una época indeterminada y establecieron su etnia básica. Bajo la Dinastía Aqueménida, Afganistán, es íntegramente conquistado por Ciro, rey de Persia, fue dividido en 5 satrapías por Darío I. La pax iránica reinó en el país durante dos siglos, lo que le permitió participar del gran esplendor de Irán y dejarse impregnar por la reforma religiosa de Zaratustra. La conquista de Alejandro Magno en el año 331 a.C. provocó, más que en cualquier otra parte, una simbiosis entre Grecia, Irán y la India.

Su enorme auge fue solamente frenado por la nueva preponderancia de Irán bajo los sasánidas en el siglo III d. C., y las invasiones de los hunos blancos o heftalíes (turcomongoles), que trajeron la inseguridad y la opresión.

En el 651, los sasánidas fueron vencidos por los ejércitos árabes (conquista de Harat), que ocuparon el país. Los árabes se enfrentaron a una viva resistencia que impidió una conquista árabe completa e hizo que la islamización fuese muy lenta: la antigua Kapici (región de Kabul) no fue convertida hasta finales del siglo IX, y hasta el siglo XIII subsistieron numerosos principados, tanto vasallos como independientes.

Esta avanzada civilización de los siglos XI y XII, comparable a la del Afganistán budista de siglos anteriores, se hundió bajo la invasión de Gengis Khan, que se ensañó particularmente con el país (1221-1222).

Dust Muhammad, unas veces víctima y otras veces beneficiario de la intervención británica, durante la primera guerra anglo-afgana (1839-1842), fue sustituido por Suya´ al-Malk (1839) y, después tras una insurrección y la aniquilación del ejército británico de Alexander Burnes (1842), fue restablecido en el trono a cambio de aceptar un protectorado británico.

La presión rusa sobre el Asia central llevó en 1878 a una segunda guerra afgana contra Gran Bretaña, y Abd ur-Rahman Khan (1880-1901) hubo de reconocer las fronteras de la “Línea Durand” en 1893. Los esfuerzos de Habib Allah (1901-1919) y de Aman Allah Khan (1919-1929) para sacar a su país del aislamiento fueron anulados por la voluntad británica de reforzarlo. Solamente la tercera guerra afgana, llamada de la independencia, consagró el pleno reconocimiento de la soberanía de Afganistán: armisticio de Rawalpindi (8 de agosto de 1919) y tratado de Kabul (22 de noviembre de 1921). Aman Allah Khan inició la modernización del país: constitución (1922), código administrativo (1923), comienzo de la instrucción femenina (1924), nueva constitución (1928), viaja a Europa y se hace coronar rey. La reacción conservadora no tardó mucho. El soberano fue derrocado, y un aventurero, Habib Allah Khan, ejerció durante seis meses una sangrienta dictadura.

Nadir Shah, pariente de Aman Allah Khan, elimina al usurpador y se hace proclamar rey en 1929. Instruido por la experiencia, reemprendió con prudencia las reformas, pero fue asesinado en 1933. Le sucedió su hijo Mohammed Zahir Shah de cultura francesa y adicto a ideas nuevas, quien hizo que su país entrara en la Sociedad de Naciones (1934) y abrió progresivamente el país a la influencia exterior. En 1937 firmó el pacto de Sa‘dabad con Turquía, Irán e Irak, pero no se dejó arrastrar a la segunda guerra mundial.

Invasión Soviética 1978 – 1992:

Tras las reformas de Zahir una crisis de modernización sacudió el país, poco preparado para una transformación. En 1965 se creó por un grupo de intelectuales, del P.D.P. (Partido Democrático del Pueblo), una escisión dentro del partido gobernante, que acabó por dividirse, en 1967, en dos partidos, el Khalq y el Parcham, que se enfrentaron violentamente en movimientos de agitación estudiantil (1969), dando como resultado un parlamento incapaz de legislar. Además, en 1970 y 1971, las cosechas fueron catastróficas y el hambre asoló el país. Esto provocó un cambio de gobierno, aunque la inestabilidad continuó. El 16 y 17 de julio de 1973, un golpe de estado militar, dirigido por Sardar Muhammad Daud, primo y cuñado del rey, y apoyado por los dos partidos de la oposición derrocó a Zahir Shah, quien salió hacia el exilio a Roma. Fue proclamada la república. Pero la reforma agraria que obtuvo poco apoyo y el autoritarismo del presidente condujeron al derrocamiento de este en abril de 1978.

El socialista Nur Muhammad Taraki tomó el poder; pero, aunque de inspiración comunista, el nuevo régimen evitaba cuidadosamente toda alusión al marxismo. Sin embargo, el dominio soviético, directo o indirecto, aumentaba. En diciembre de 1978, se firmó un tratado de amistad y de cooperación entre Kabul y Moscú, que permitía, entre otras cosas, a la URSS intervenir militarmente para “proteger el país”.

Afganistán se encontraba entonces en pleno caos; del Pamir, se refugiaron en Pakistán; se hablaba de 12 000 a 15 000 presos políticos, de provincias sublevadas, regiones enteras que escapaban al poder central y combates violentos. El 14 de septiembre de 1979 fue asesinado Nur Taraki. Su sustituto, Hafizullah Amín, anunció a la vez su fidelidad al Kremlin y la adopción de medidas en favor del islam (reparación de mezquitas). Pero a su vez fue derrocado y ejecutado cuando se produjo la intervención militar soviética de diciembre de 1979, que instaló en el poder a Babrak Karmal. La prolongada intervención soviética tuvo como efecto la intensificación de la guerrilla interior (apoyada logísticamente desde el exterior por Pakistán, EE. UU. y China) y la manifestación, en el mundo occidental y en el mundo islámico, de numerosas reacciones antisoviéticas. Asimismo, provocó un éxodo masivo de la población hacia Irán y Pakistán (tres millones en 1985).

Tras la invasión del país por la URSS, en diciembre de 1979, 120 000 soldados soviéticos se establecieron en Afganistán. La resistencia afgana se dividió en siete partidos políticos sunníes establecidos en Peshawar y ocho partidos chiitas establecidos en Irán. Los partidos sunníes (el 80 % de la población afgana es sunní) eran mantenidos por Pakistán y recibían armas de Estados Unidos. Los chiitas administraban el centro del país (Hazarayat), que mantenían liberado casi en su totalidad desde 1979. Una guerra de 10 años enfrentaría a un ejército soviético pesado y poco motivado, y una guerrilla legitimada por el islam y el nacionalismo. El gobierno y los soviéticos controlaban las grandes ciudades y los ejes de comunicación, la resistencia dominaba el campo. En el interior del país, la resistencia se dividió en centenares de pequeños frentes, correspondiendo a menudo a la segmentación por comandantes locales, en general, intelectuales venidos de las ciudades, mullahs, o pequeños notables. Entre cuatro y cinco millones de refugiados se instalaron en Pakistán o en Irán. Babrak Karmal, al frente del Partido comunista y del estado afgano, de diciembre de 1979 a 1986, no consiguió establecer el régimen socialista y revolucionario que soñaba. El partido estaba minado por la división entre la facción Khalq, mayoritaria y radical, que recluta sus efectivos sobre todo de la etnia pashto y la facción Parcham, más moderada. Los comunistas aparecían, además, como el partido del extranjero.

A pesar de las ofensivas sangrientas, sobre todo entre 1984 y 1986, los soviéticos no pudieron vencer en batallas decisivas contra la resistencia, ni siquiera cerrar la frontera con Pakistán. La guerra impidió también cualquier posible tregua con Estados Unidos. Cada año, en noviembre, una mayoría aplastante de los países miembros de la asamblea general de la ONU pedía la retirada de las tropas soviéticas. Desde su llegada al poder en 1985, Gorbachov se esforzó por salir del punto muerto militar y eliminar el obstáculo que representaba la cuestión afgana para la nueva distensión.

2001 la invasión estadounidense:

En diciembre de 2001, después de que el gobierno talibán fue derrocado y se formó el nuevo gobierno afgano, Hamid Karzai, el presidente, la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) establecido por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para ayudar a la administración Karzai y proporcionar una seguridad básica.​ Las fuerzas del Talibán también comenzaron a reagruparse dentro de Pakistán, mientras que más tropas de la coalición entraron en Afganistán y comenzaron la reconstrucción del país devastado por la guerra.

Tras perder el poder a manos de una coalición internacional (ISAF), los talibanes comenzaron un movimiento insurgente para recuperar el control de Afganistán. Durante la siguiente década, la ISAF y las tropas afganas llevaron a cabo numerosas ofensivas contra los talibanes, sin lograr claros resultados. Afganistán sigue siendo uno de los países más pobres del mundo, debido a la falta de inversión extranjera, la corrupción del gobierno y la insurgencia talibán.

Mientras tanto, el gobierno afgano fue capaz de construir unas estructuras democráticas, y el país cambió su nombre a la República Islámica de Afganistán. Se hicieron intentos, a menudo con el apoyo de los países donantes extranjeros, para mejorar la economía del país, la salud, la educación, el transporte y la agricultura. Las fuerzas de la ISAF también comenzaron a entrenar a las fuerzas de seguridad afganas. En la década posterior a 2002, más de cinco millones de afganos fueron repatriados, incluyendo algunos que fueron deportados por países occidentales.​

Para el año 2009, un gobierno en la sombra talibán comenzó a formarse en partes del país.​ En 2010, el presidente Karzai intentó mantener negociaciones de paz con los líderes talibanes, pero el grupo rebelde se negó a asistir hasta mediados de 2015, cuando el líder supremo de los talibanes, finalmente, decidió hacer una copia de las conversaciones de paz.​

Después de la muerte de Osama bin Laden en mayo de 2011 en Pakistán, fueron asesinadas muchas figuras prominentes afganas.​ Las escaramuzas en la frontera entre Afganistán y Pakistán se intensificaron y muchos ataques a gran escala por parte de la Red Haqqani basada en Pakistán también se llevaron a cabo a través de Afganistán. Estados Unidos culpó a elementos criminales dentro del gobierno paquistaní en el aumento de los ataques.​ El gobierno de EE. UU. gastó decenas de miles de millones de dólares en ayuda para el desarrollo de más de 15 años y más de mil millones de dólares en gastos militares durante el mismo período. La corrupción de los contratistas de defensa y de desarrollo occidentales y afganos asociados alcanzó niveles sin precedentes en un país donde el PIB nacional es a menudo solo una pequeña fracción del presupuesto anual del gobierno Estados Unidos para el conflicto.​

Después de la Elecciones presidenciales de Afganistán de 2014 Ashraf Ghani Ahmadzai se convirtió en presidente en septiembre de 2014.​ La guerra de Estados Unidos en Afganistán (guerra más larga de América) terminó oficialmente el 28 de diciembre de 2014. Sin embargo, miles de tropas de la OTAN lideradas por Estados Unidos han permanecido en el país para entrenar y asesorar a las fuerzas del gobierno afgano.​ La guerra de 2001 a la fecha se ha traducido en más de 90 000 muertes relacionadas directamente con la guerra, que incluyen los insurgentes, los civiles afganos y las fuerzas gubernamentales. Más de 100 000 han resultado heridos.

Toma del poder por los talibanes:

El 14 de abril de 2021, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la alianza acordó comenzar a retirar sus tropas de Afganistán antes del 1° de mayo. Poco después que, comenzara la retirada de las tropas de la OTAN, el Talibán lanzó una ofensiva contra el gobierno afgano, avanzando rápidamente frente a colapso de las fuerzas del gobierno afgano. Según un informe de inteligencia de Estados Unidos, era probable que el gobierno afgano colapse dentro de los seis meses posteriores a que la OTAN completase su retirada del país.​ El 15 de agosto de 2021, cuando los talibanes controlaban una vez más la gran mayoría del territorio afgano, los talibanes comenzaron a capturar la ciudad capital de Kabul, con evacuaciones a gran escala de civiles, funcionarios gubernamentales y diplomáticos extranjeros a través del Aeropuerto Internacional de Kabul controlado por las fuerzas de los Estados Unidos.​ Al parecer, se ordenó a los combatientes talibanes que no interfirieran en las evacuaciones de civiles y que dejaran salir de la ciudad a quienes quisieran.​ Más tarde, ese mismo día, los informes noticiosos afirmaron que Ashraf Ghani había abandonado Afganistán junto con el vicepresidente Amrullah Saleh.

Publicado por prensaohf

Periodista y Corresponsal Naval.

Un comentario en “UN NUEVO VIETNAM, PERO DE ARENA:

  1. LA ESTRATEGIA ESTADOUNIDENSE DE QUERER IMPONER MODELOS INCOMPATIBLES CON LOS PUEBLOS A LA QUE ESTÁ DIRIGIDA , SIEMPRE LES HA FRACASADO O HAN TENIDO UN RESULTADO DUDOSO.. EN CUANTO AL EJÉRCITO AFGANO NUNCA HA SIDO DE CALIDAD. CASI UN 70% DE ANALFABETOS QUE HABLAN CERCA DE 40 DIALECTOS, UNA PAGA DE 150 DÓLARES DE LOS CUALES LA MITAD SE LO QUEDAN LOS OFICIALES – QUE SON LOS ENCARGADOS DE PAGAR – HIJOS DE FAMILIAS ACOMODADAS Y DE POCA FORMACIÓN PROFESIONAL, NUNCA PODRÍAN FORMAR UNA TROPA ACEPTABLE COMO TAL.. EN TODA ESTA HISTORIA , HAN FRACASADO MACEDONIOS, MONGOLES,INGLESES, LOS SOVIÉTICOS/RUSOS, Y AHORA LA OTAN Y EEUU.

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