
La maravillosa evolución de los aviones a rección:
El Northrop F-89 Scorpion fue uno de los primeros reactores de combate diseñado para ser un interceptor todo tiempo. Aunque sus alas rectas limitaban su rendimiento, estaba entre los primeros aviones de combate de la USAF en contar con misiles no guiados, y en particular fue el primer avión de combate armado con armas nucleares aire-aire (los cohetes termonucleares no guiados Douglas MB-1 “Genie”).
Diseño y desarrollo:
El Scorpion surgió en 1945 de la Especificación del Mando de Servicio Aéreo Técnico («Características Militares de Aviones de Combate Todo Tiempo») por parte de las USAAF para un caza nocturno de propulsión a reacción destinado a sustituir al P-61 Black Widow. Bell Aircraft, Consolidated-Vultee, Douglas, Goodyear, Northrop y Curtiss Wright, presentaron propuestas.
Northrop presentó cuatro diseños diferentes, preparados por el equipo de Jack Northrop, incluyendo una radical ala volante, resultando elegido el diseño N-24, un avión de cuerpo delgado con un ala en voladizo montada en disposición media y dos turborreactores Allison J35 con postcombustión. Iba a tener radar y una tripulación de dos hombres, con un armamento de cuatro cañones de 20 mm en una única torreta en el morro. Uno de los aspectos inusuales del diseño fue el uso por parte de Northrop del «Deceleron», una combinación de aerofreno, alerón y flap que podría tener cabida en el diseño de ala delgada. Esta característica única agregó que, durante el desarrollo del prototipo, el «Deceleron» se convirtiera en una marca de Northrop, que más tarde todavía se utilizaría en el B-2 Spirit. Los contratos por dos prototipos fueron emitidos en diciembre de 1946, mientras que Douglas, con su XF3D-1 Skynight y Curtiss, con su XF-87 Blackhawk, también fueron premiados con contratos de desarrollo.
El primer prototipo de XP-89 realizó su primer vuelo el 16 de agosto de 1948, con el piloto de pruebas Fred C. Bretcher a los mandos. Durante la mayor parte del período de evaluación, el prototipo de Curtiss había sido el favorito para el contrato, pero en un concurso de vuelo con sus principales competidores, el diseño de Northrop demostró ser superior. Otros interceptores de la USAF, como el F-94 Starfire y el F-86 Sabre habían sido adaptados a partir del diseño del Scorpion.



Historia Operativa:
La producción fue autorizada en enero de 1949, con el primer F-89A de producción volando en septiembre de 1950. Tenía radar AN/APG-33 y un armamento de seis cañones T-31 de 20 milímetros con 200 cartuchos por cañón. La torreta giratoria de la nariz fue abandonada, y los tanques de combustible de 300 galones estadounidenses (250 imp gal; 1,100 l) se instalaron permanentemente en las puntas de las alas. Los bastidores debajo del ala podían transportar 16 cohetes aéreos de 5 pulgadas (130 mm) o hasta 3.200 libras (1.451 kg) de bombas.
Solo se completaron 18 F-89A, que se utilizaron principalmente para pruebas y ensayos, antes de que el tipo se actualizara al estándar F-89B, con nueva aviónica. El avión entró en servicio con el 84º Escuadrón de Caza-Interceptor en junio de 1951, experimentando problemas considerables con los motores y otros sistemas, y pronto dio paso al F-89C. A pesar de los repetidos cambios de motor, los problemas persistieron, agravados por el descubrimiento de problemas estructurales con las alas que llevaron a la puesta a tierra del F-89 y obligaron a un reacondicionamiento de 194 modelos -A, -B y -C.
El principal modelo de producción fue el F-89D, que voló por primera vez el 23 de octubre de 1951 y entró en servicio en 1954. Eliminó el cañón en favor de un nuevo sistema de control de fuego Hughes E-6 con radar AN / APG-40 y una computadora AN / APA-84. El armamento consistía en dos vainas de cincuenta y dos cohetes FFAR «Mighty Mouse» de 2,75 pulgadas (70 mm). Se construyeron un total de 682. En agosto de 1956, un par de interceptores F-89D fueron preparados en la Base de la Fuerza Aérea Oxnard para derribar un avión no tripulado F6F-5K fugitivo que conducía a la llamada Batalla de Palmdale.
Los F-89 remotorizados propuestos, designados F-89E y F-89F, no se construyeron, ni se propuso un F-89G que hubiera utilizado el control de fuego Hughes MA-1 y los misiles aire-aire GAR-1 / GAR-2 Falcon como el Convair F-106 Delta Dart.
El F-89H posterior, que entró en servicio en 1956, tenía un sistema de control de fuego E-9 como el de los primeros F-102 y nuevas y masivas vainas de punta de ala cada una con tres Falcons (generalmente tres GAR-1 de radar semiactivo y tres GAR-2 infrarrojos) y 21 FFAR, para un total de seis misiles y 42 cohetes. Los problemas con el sistema de control de incendios retrasaron la entrada en servicio del F-89H, momento en el que su rendimiento era notablemente inferior al de los interceptores supersónicos más nuevos, por lo que fue eliminado del servicio de la USAF en 1959.
La variante final fue el F-89J. Esto se basó en el F-89D, pero reemplazó la cápsula / tanques de misiles de punta de ala estándar con tanques de combustible de 600 galones estadounidenses (500 imp gal; 2,300 l) y ajustó un pilón debajo de cada ala para un solo cohete nuclear MB-1 Genie (a veces complementado por hasta cuatro misiles aire-aire Falcon convencionales). El F-89J se convirtió en el único avión en disparar un “Genie” vivo como el John Shot de la Operación Plumbbob el 19 de julio de 1957. No había F-89J de nueva construcción, pero 350 aviones de la variante F-89D fueron modificados a este estándar. Sirvieron con el Comando de Defensa Aérea, más tarde renombrado como el Comando de Defensa Aeroespacial (ADC), hasta 1959 y con unidades ganadas por ADC de la Guardia Nacional Aérea hasta 1969. Esta versión de la aeronave fue ampliamente utilizada dentro del sistema de defensa aérea Semi Automatic Ground Environment (SAGE).
Se produjeron un total de 1.050 Scorpions de todas las variantes.



Batalla aérea sobre los Ángeles durante la Guerra Fría:
66 aniversario de la Batalla de Palmdale: En el mes de agosto de este año, se cumplirán 66 años de este extraño hecho que conmocionó al Oeste norteamericano y ridiculizó a la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

No vayan a pensar los lectores que los soviéticos llegaron con sus bombarderos a los Ángeles. El hecho es más prosaico, e invita a la reflexión sobre el estado actual de los mal llamados drones y la tan solicitada relajación de su normativa reguladora.
El 15 de agosto de 1956 un veterano de la IIGM un viejo Grumman F6F Hellcat convertido en avión controlado por radio, entonces no conocido como “drone”, despegaba desde una base aérea en California. Durante la posguerra muchos de los cazas del abultado excedente de la IIGM fueron convertidos a blancos aéreos, pintados en un brillante color rojo, para que los pilotos y los artilleros practicaran su puntería, tanto con cañones como con misiles. El citado Hellcat fue lanzado para ser hecho pedazos sobre el Pacífico por un misil.
O ese era el plan. Porque en lugar de ello dejó de responder a los mandos y puso rumbo a la ciudad de Los Ángeles. Visto el inminente peligro de que cayera en la ciudad, se dio alerta para que despegaran dos cazas F89 Scorpion de la USAF de la cercana base de Oxnard.
Pero el Scorpion, basado en el P-80/T-33, era un interceptor de bombarderos sin cañones, un gran error que los estadounidenses repetirían años más tarde con el F4 Phantom II. El F89D Scorpion estaba armado solo por cohetes no guiados “Mighty Mouse”, pensados para derribar grandes bombarderos volando en formación, al estilo de los R4M que lanzaba la Luftwaffe contra las cajas de los bombarderos Boeing B-17 sobre los cielos del III Reich. Un solo impacto con un cohete sería suficiente para hacer volar por los aires el Hellcat. Si es que conseguían hacer blanco sobre él.
Cuando los pilotos interceptaron el Hellcat, falló el sistema automático de disparo de los cohetes, y tuvieron que pasar a manual. Se disparó en manual una primera salva de 42 cohetes desde el avión del líder, que fallaron el objetivo. Y el incontrolado “drone” seguía imperturbable camino a la ciudad. El numeral, lanzó otra salva, que volvió a fallar. Ya con el “Hellcat drone” sobrevolando los suburbios. Otra salva más… que erró de nuevo. El viejo “drone aeronaval” se encaminó hacia Palmdale. Ambos aviones dispararon salvas de 30 cohetes cada uno. Y volvieron a fallar. Con un solo impacto hubiera sido suficiente, pero tras 208 cohetes y ningún impacto, el “Hellcat drone” seguía volando.
Al final el Grumman F-6F Hellcat se quedó sin combustible y se estrelló, sin causar más daños que un par de cables «de la luz» cortados.
Los 208 cohetes, sin embargo, cayeron a tierra causando múltiples daños e incendios, varios trozos de metralla penetraron en viviendas, rompiendo las ventanas, e incluso un adolescente se salvó “de los pelos” tras sufrir un impacto en el parabrisas de su coche. La USAF distribuyó hojas de identificación en los vecindarios afectados por si los habitantes encontraban cohetes que no hubieran detonado…
Al final fue peor el remedio que la enfermedad… tal vez si hubieran intentado el viejo truco de derribar las bombas voladoras germanas “V1” con la punta del ala…