
Ucrania es un Estado soberano ubicado en Europa Oriental. Su forma de gobierno es la república que se rige por un sistema semipresidencial, con la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Su territorio está organizado según un Estado unitario compuesto por veinticuatro óblast, la República Autónoma de Crimea y dos ciudades con un estatus especial: Kiev y Sebastopol.
Ucrania cuenta con una superficie de 603.628 kilómetros cuadrados y una población de 41.732.779 habitantes. La ciudad de Kiev es la capital y la ciudad más poblada del país. El idioma oficial de Ucrania es el idioma ucraniano y la religión predominante es el cristianismo ortodoxo.
La historia de Ucrania comienza en el año 882 con el establecimiento de la Rus de Kiev, una federación de tribus eslavas orientales, que llegó a convertirse en el Estado más grande y poderoso de Europa durante el Siglo XI. Tras la invasión mongola de mediados del Siglo XIII, la unidad territorial desapareció, y el área fue dividida y gobernada por diversas potencias, incluidas la República de las Dos Naciones, el Imperio austrohúngaro, el Imperio otomano y el Zarato ruso. Durante los Siglos XVI y XVII emergió y prosperó el Hetmanato cosaco, finalmente repartido entre Polonia y el Imperio ruso. Tras la Revolución rusa de 1917, surgió un movimiento nacionalista formándose la República Popular Ucraniana, forzada por los bolcheviques a constituirse como la República Socialista Soviética de Ucrania en 1921, y miembro fundador de la Unión Soviética al año siguiente.
Ucrania se convirtió en un Estado independiente el 24 de agosto de 1991, tras el intento de golpe de Estado en la Unión Soviética que condujo finalmente a la disolución de la Unión Soviética en diciembre del mismo año. Desde entonces está en un proceso de transición de “descomunización” hacia una economía de mercado y un Estado democrático. Este proceso llevó a una inmediata depresión económica en la década de los años noventa. Con el comienzo del siglo XXI, Ucrania comenzó a recuperarse económicamente y empezó a moverse hacia una democracia libre con manifestaciones como Ucrania sin Kuchma en 2001 y la Revolución naranja en 2004. Hasta 2007, la economía de Ucrania creció sosteniblemente, siendo uno de los países más prometedores en cuanto a crecimiento económico; sin embargo, a partir de la gran recesión de 2008, padeció una segunda depresión económica.
En 2013, tras la decisión del presidente Víktor Yanukóvich de rechazar el largamente negociado Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea y, por el contrario, estrechar relaciones con la Federación de Rusia para ingresar en la Unión Aduanera Euroasiática, dio comienzo una serie de protestas, principalmente en Kiev, conocidas como el Euromaidán, que reunió a más de un millón de manifestantes de toda Ucrania. Debido a las crecientes tensiones entre los manifestantes y las fuerzas especiales antidisturbios (los bérkuts) que culminaron con el fusilamiento de estudiantes, empezaron enfrentamientos que dejaron centenares de muertos. Con el éxito de los manifestantes del Euromaidán, Víktor Yanukóvich y su gobierno huyeron a la Federación de Rusia.
Tras la huida de Yanukóvich, la Rada Suprema tomó el control del país y Oleksandr Turchínov asumió la coordinación del Gobierno y la presidencia del Parlamento. Ucrania se encontraba totalmente desestabilizada y sus fuerzas armadas se encontraban incomunicadas, situación que fue aprovechada por la Federación de Rusia para ocupar y anexar Crimea y empezar una operación híbrida para ocupar el sureste de Ucrania, lo que dio lugar a protestas prorrusas en Lugansk, Donetsk, Járkov, Odesa, Dnipró y otras ciudades del este de Ucrania. Tras la elección de un gobierno interino, Oleksandr Turchínov decidió no organizar y movilizar a las fuerzas armadas para recuperar Crimea debido a que solo contaba con 5.000 soldados, por lo que se decidió desplegar al ejército en el resto de las fronteras de Ucrania por riesgo a una posible invasión rusa. Con el auge de las protestas en Lugansk, Donetsk y Járkov, los separatistas prorrusos declararon la independencia respecto de Ucrania, lo que dio comienzo a la guerra en el Donbás el 6 de abril de 2014.
Ante la debilidad de las Fuerzas Armadas de Ucrania al principio de la guerra, el frente ucraniano estaba formado principalmente por voluntarios, hasta la elección de Petró Poroshenko en las elecciones presidenciales de 2014, cuando las fuerzas armadas empezaron a movilizarse. Las tropas ucranianas consiguieron recuperar la mayor parte del territorio ocupado por separatistas. Con la firma del protocolo de Minsk a finales de 2014, el conflicto se congeló, aunque los disparos no cesaron, cobrándose la vida de más de 13 000 ucranianos. Desde entonces las Fuerzas Armadas de Ucrania están siguiendo un proceso de modernización según los patrones de la OTAN, siendo en 2019 el tercer ejército más grande de Europa, con un personal total de 1.246.445 soldados. Por otra parte, el 1 de junio de 2016 Ucrania firmó un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.
En 2020, Ucrania ocupaba el 74° puesto en el IDH (índice de desarrollo humano) de 189 países y, junto con Moldavia, mostraba el menor producto interno bruto a valores de paridad de poder adquisitivo (PPA) per cápita de Europa. Sufre una tasa de pobreza muy alta, así como una corrupción muy extendida; sin embargo, debido a sus extensas tierras de cultivo fértiles, Ucrania es uno de los mayores exportadores de cereales del mundo.

Rus de Kiev:
En el Siglo IX, gran parte del territorio de la Ucrania moderna estaba poblado por los “rus”, quienes fundaron la Rus de Kiev, la cual abarcaba casi todo el territorio de las actuales Ucrania, Bielorrusia y la Rusia europea. Durante los siglos X y XI, se convirtió en el Estado más grande y poderoso de Europa. En los siglos siguientes, sentó las bases para la identidad nacional de ucranianos, bielorrusos y rusos. Kiev, la capital, se convirtió en la ciudad más importante del Estado. Según la Crónica de Néstor, la élite de la sociedad rus estuvo formada al principio por varegos procedentes de Escandinavia. Más tarde los varegos fueron asimilados por la población eslava local y formaron parte de la primera dinastía de la Rus, la dinastía Rúrik. La Rus de Kiev estaba formada por varios principados gobernados por los príncipes Rúriks, que estaban relacionados entre sí. El trono de Kiev, el más prestigioso e influyente de todos los principados, se convirtió en objeto de muchas rivalidades entre los rúrik, como premio más valioso en su búsqueda del poder.
La edad de oro de la Rus de Kiev comenzó con el reinado de Vladimiro I de Kiev (980-1015), quien convirtió a los “rus” al cristianismo ortodoxo. Durante el reinado de su hijo, Yaroslav I el Sabio (1019-1054), la Rus de Kiev alcanzó el apogeo de su desarrollo cultural y su poder militar. Esto fue seguido por la fragmentación del creciente Estado, ya que la importancia relativa de las potencias regionales aumentó de nuevo. Después de un resurgimiento final bajo el reinado de Vladímir II Monómaco (1113-1125) y su hijo Mstislav I de Kiev (1125-1132), la Rus de Kiev finalmente se desintegró en principados separados tras la muerte de Mstislav.
En los Siglos XI y XII, constantes incursiones de las tribus nómadas túrquicas, tales como los pechenegos y los kipchak, motivaron una migración masiva de la población eslava a las regiones más seguras del norte. La invasión mongola del Siglo XIII devastó la Rus de Kiev y la ciudad de Kiev fue totalmente destruida en 1240. En el territorio ucraniano, al Estado de la Rus de Kiev lo sucedieron el principado de Galicia y el principado de Volinia que se fusionaron en el principado de Galicia-Volinia.



Posguerra y Segunda Guerra Mundial:
La RSS de Ucrania fue fuertemente dañada por la guerra, y se necesitaron esfuerzos significativos para su recuperación. Se destruyeron más de 700 ciudades, más de 28 000 pueblos y aldeas y monumentos históricos. La situación fue agravada por una hambruna en los años 1946 y 1947, causadas por la sequía y la ruptura de la infraestructura, la cual tomó decenas de miles de vidas.
En 1945 Ucrania fue uno de los miembros fundadores de la Organización de las Naciones Unidas. El primer ordenador soviético (MESM) fue construido en el Instituto de Electrotecnología de Kiev y empezó a funcionar en 1950. Según las estadísticas, hasta el 1 de enero de 1953, el 20 % de todos los deportados por el régimen soviético eran ucranianos, el segundo grupo étnico con más deportaciones después de los rusos. Aparte de los ucranianos, más de 450.000 alemanes residentes en Ucrania y más de 200.000 tártaros de Crimea fueron víctimas de deportaciones forzosas.
Tras la muerte de Stalin en 1953, Nikita Jrushchov se convirtió en el nuevo líder de la Unión Soviética, siendo Secretario del Partido Comunista de Ucrania entre 1938 y 1949, por lo que ya estaba familiarizado con la política. Cuando ya dirigía toda la Unión, comenzó a estrechar la amistad entre las naciones de Ucrania y Rusia. En 1954, se celebró el 300 aniversario del Tratado de Pereyáslav y con tal motivo, Crimea fue transferida desde la RSFS de Rusia a la RSS de Ucrania.
En 1950, la república ya había superado plenamente los niveles de industria y producción que tenía antes de la guerra. Durante el plan quinquenal de 1946-1950, casi el 20 % del presupuesto de la Unión Soviética fue invertido en Ucrania, un aumento del 5 % del plan original. Como resultado, la fuerza de trabajo ucraniana aumentó un 33,2 % de 1940 a 1955, mientras que la producción industrial creció 2,2 veces en ese mismo período. La Ucrania soviética pronto se convirtió en líder europeo en la producción industrial. También se convirtió en un importante centro de la industria armamentística y de investigación de alta tecnología. Un papel tan importante como este dio como resultado una gran influencia de la élite local. Además, muchos líderes soviéticos eran originarios de Ucrania, más notablemente Leonid Brézhnev, quien más tarde sucedería a Jrushchov y se convertiría en el líder soviético desde 1964 a 1982, así como muchos deportistas, científicos y artistas prominentes.
El 26 de abril de 1986, el reactor 4 de la Central Nuclear de Chernóbil estalló, provocando el desastre de Chernóbil, el peor accidente de un reactor nuclear en la historia. En el momento del accidente, 7 millones de personas vivían en los territorios contaminados, incluyendo 2,2 millones de ucranianos. Después del accidente, se construyó una nueva ciudad fuera de la zona de exclusión, Slavútych, para albergar y dar apoyo a los empleados de la central nuclear que fue clausurada en el año 2000. Un informe preparado por el Organismo Internacional de Energía Atómica y la OMS atribuyó 56 muertes directas al accidente y se estima que pudieron existir más de 4000 muertes por el cáncer provocado por la radiación.



Independencia:
El 16 de julio de 1990, el nuevo parlamento firmó la Declaración de Soberanía Estatal de Ucrania. La declaración estableció los principios de la libre determinación de la nación ucraniana, su democracia, la independencia política y económica, y la primacía de la ley ucraniana sobre la ley soviética en el territorio ucraniano. Dicha declaración se produjo un mes después de una declaración similar aprobada por el Parlamento de la RSFS de Rusia. Esto comenzó un periodo de enfrentamiento entre el Sóviet Supremo de la Unión Soviética y las nuevas autoridades republicanas. En agosto de 1991, una facción conservadora de los líderes comunistas de la Unión Soviética y del KGB intentaron dar un golpe de estado para eliminar a Mijaíl Gorbachov e impedir la firma del Nuevo Tratado de la Unión que debería reemplazar a la Unión Soviética por una nueva entidad que se llamaría Unión de Estados Soberanos.
Después de que el intento fracasara, el 24 de agosto de 1991, el parlamento ucraniano aprobó la Declaración de Independencia de Ucrania, en la cual se establece el país como un estado independiente y democrático. El 1 de diciembre de 1991, tuvieron lugar un referendo y las primeras elecciones presidenciales. Ese día, más del 90 % de los ucranianos expresaron su apoyo a la Declaración de Independencia y eligieron al presidente del parlamento, Leonid Kravchuk, como el primer presidente del país.
El 8 de diciembre, los presidentes de la RSS de Bielorrusia, RSS de Rusia y RSS de Ucrania firmaron el Tratado de Belavezha que revocaba el Tratado de Creación de la Unión Soviética y proclamaba la disolución de la Unión Soviética creándose la Comunidad de Estados Independientes (CEI). El 21 de diciembre de 1991, por los presidentes de 11 de las 15 repúblicas de la Unión Soviética, en la capital de la hasta entonces República Socialista Soviética de Kazajistán, se firmaba el Protocolo de Almá-Atá como parte de la disolución de la URSS.
El 5 de diciembre de 1994, en Budapest, Hungría, fue suscrito el Memorándum de Budapest sobre Garantías de Seguridad que ofrecía garantías de seguridad por parte de sus signatarios con respecto a la adhesión de Ucrania al Tratado de No Proliferación Nuclear. El Memorándum fue originalmente suscrito, además de por Ucrania, por tres potencias nucleares: la Federación de Rusia, los Estados Unidos y el Reino Unido. De acuerdo con este documento, Ucrania cedió a Rusia 5.000 bombas nucleares y 220 vehículos de largo alcance necesarios para usarlas, incluyendo 176 misiles balísticos intercontinentales y 44 aviones bombarderos de gran alcance con capacidad nuclear.

El 31 de mayo de 1997, los presidentes de Rusia y Ucrania, Borís Yeltsin y Leonid Kuchma, respectivamente, rubricaron en Kiev el Tratado de Amistad, Cooperación y Asociación entre la Federación de Rusia y Ucrania en el que, entre otras cosas, se declaraba que ambos países “basan sus relaciones en los principios del respeto mutuo, la igualdad soberana, la integridad territorial, la inviolabilidad de las fronteras, la solución pacífica de las controversias, la no utilización de la fuerza ni la amenaza de la utilización de la fuerza”.
Inicialmente, Ucrania fue vista como una república con favorables condiciones económicas en comparación con las demás regiones de la Unión Soviética. Sin embargo, el país experimentó una desaceleración económica más profunda que las otras antiguas repúblicas soviéticas. Durante la recesión vivida entre los años 1991 y 1999, Ucrania perdió el 60 % de su PIB y sufrió de tasas de inflación de cinco dígitos. Insatisfechos con las condiciones económicas, así como con el crimen y la corrupción, los ucranianos organizaron protestas y huelgas.
La economía ucraniana se estabilizó a finales de la década de 1990. Una nueva moneda, lagrivna, se introdujo en 1996. Desde el año 2000, el país ha disfrutado de un desarrollo económico estable con un crecimiento promedio anual de alrededor del 7 %. En 1996, se aprobó una nueva constitución, la cual convirtió a Ucrania en una república semipresidencialista y estableció un sistema político estable. Sin embargo, el sucesor de Kravchuk, Leonid Kuchma fue criticado por sus opositores por concentrar gran parte del poder en su cargo, además de corrupción, transferencia de propiedad pública a particulares, limitaciones de libertad de expresión y fraude electoral.