Por: (*) Oscar Filippi

1933 – 3 de SEPTIEMBRE – 2022

Nuestro país cuenta con casi 4.500 kilómetros de litoral marítimo y el Mar Argentino duplica casi en superficie a nuestra extensión continental e insular, pero sus aguas y nuestra geografía no nos han facilitado extender la instalación de puertos a lo largo de todo ese litoral. Desde Viedma hacia el Sur, llegando a Ushuaia, la amplitud de las mareas llega casi a los 14 metros.
Como un índice geográfico que señala el futuro a los argentinos. Con paciencia de piedras eternas, como esperando que despertemos al verdadero desafío de nación marítima para integrarnos definitivamente al mundo. Así se proyecta majestuoso el “Cabo de las Dos Corrientes”, tal su nombre primigenio.
Su importancia estratégica nos fue revelada ya en 1826, por el propio Almirante Guillermo Brown. Equidistante de la vital hidrovía que alimenta económicamente a nuestro país con sus importantes puertos de Buenos Aires y Rosario y del de Puerto Belgrano, destino de las unidades de superficie de nuestra Flota de Mar, corazón de la Armada Argentina.
De allí la ubicación elegida para la construcción de la Base Naval Mar del Plata como destino del Comando de la Fuerza de Submarinos.
La Primera Guerra Mundial había mostrado la importancia estratégica de una nueva arma en el mar, el submarino. Desde su incorporación, la guerra en el mar no volvería a ser tal como se había conocido.
El submarino había llegado para “negar el mar” a cualquier oponente que intentara desafiar las aguas territoriales y pretender sus recursos económicos.

Las lecciones aprendidas de aquel conflicto, habían enseñado a las Armadas de todo el mundo que los recursos necesarios para enfrentar esa nueva amenaza submarina, requería de un gran esfuerzo logístico y económico a quien lo intentara. Por tanto, esta nueva arma, el submarino, debía ser totalmente autónoma para cualquier país soberano que la incorporara a su Armada.
Así lo entendió también la República Argentina y fue el último país en Latinoamérica en incorporar al submarino a su Poder Naval.
A diferencia de otros países que aceptaron incorporar unidades submarinas provenientes de otros países que los excluían de sus inventarios de guerra. El nuestro decidió elegir entre los mejores astilleros de esos momentos para hacer construir sus primeras unidades submarinas con las capacidades necesarias para los requerimientos estratégicos del propio Mar Argentino. A la vez se aseguraron qué, sus ingenieros y técnicos se capacitaran durante su construcción, para mantenerlos y repararlos en su propia Base de asiento.
Así nacería el Taller Integrado de Submarinos (TISU), hoy Arsenal Naval Mar del Plata. Su empleo autónomo debía estar asegurado también por una capacitación independiente para el uso del arma, nacía de esta forma, la primera Escuela de Submarinos de toda América Latina.

A 89 años de aquel día:
Para 1920 Argentina era uno de los pocos países sudamericanos que aún no había incorporado a su flota, naves sumergibles, a pesar de tener personal de Oficiales en instrucción sobre esta arma desde 1917 en la Marina de Estados Unidos. Luego en el marco de la Ley de Renovación del Material Naval (Nº11.378) sancionada en 1926, se autorizó la adquisición de seis embarcaciones sumergibles (dos grupos de tres) como así también la construcción de apostadero e instalaciones para tal fin en la ciudad de Mar del Plata.
Del plan original de construcción se concretaron solo tres unidades, que serían construidas por el Astillero Cantieri Navale Franco Tosi de Taranto, ITALIA. Ellas fueron el “SANTA FE” (S-1), “SALTA” (S-2) y “SANTIAGO DEL ESTERO” (S-3), estas unidades y sus primeros tripulantes pasarían a la historia naval argentina, con la denominación de “TARANTINOS” apodo derivado del nombre de la ciudad italiana de Taranto lugar de la construcción. El diseño de los sumergibles se efectuó siguiendo las líneas de los planos del Ingeniero Italiano Virgilio CAVALLINI, que en el momento de iniciar los trabajos de las naves argentinas acababa de producir un grupo de sumergibles del tipo Pier Capponi de características muy parecidas a las del SANTA FE y sus gemelos.
A medida que fueron avanzando la construcción y en mérito a las experiencias de la posguerra, los planos originales sufrieron algunas modificaciones propuestas por los técnicos de la Misión Naval Argentina en Europa, siendo, por ejemplo, la eslora sensiblemente alargada como resultado de las innovaciones que se introdujeron a los nuevos sumergibles.
El 7 de abril de 1933, arribaron al canal de acceso del Puerto de Buenos Aires, los sumergibles argentinos, recibieron el transbordo del presidente de la Nación que alcanzó a la formación en una nave de superficie de la Armada. Mientras tanto en los muelles del puerto local autoridades nacionales y una multitud de público esperaban bajo una intensa lluvia el arribo de la flotilla. A comienzos del mes de junio los sumergibles se trasladaron a la Base de Puerto Belgrano, para su recorrido general y su alistamiento final junto con el Guardacostas “General Belgrano” (designado como Buque Base) para su destino definitivo, el Apostadero Naval Mar del Plata, amarrando en esta ciudad, el 3 de setiembre de 1933.

La Gloria en Silencio:
Un día, sobre finales de marzo de 1982, fuimos testigos de la zarpada del submarino (S-21) “ARA Santa Fe”, a bordo estaban, su dotación habitual y los hombres de la Agrupación de Buzos Tácticos que comenzarían con la histórica recuperación de nuestras Islas Malvinas. Su participación permitió que se salvaran numerosas vidas de la fuerza principal de desembarco, cuando descubrieron que los puntos pre-seleccionados, estaban perfectamente defendidos, procediendo a cambiarlos por medio de señales, no detectadas por los ingleses la “Operación Rosario” fue todo un éxito. El “Santa Fe”, retornaría luego presuroso a nuestra ciudad, saldría con destino a las Islas Georgias del Sur.

Zarparía por última vez, sólo con su tripulación y la bruma matinal como testigos. En aquellas gélidas costas, fiel a la tradición Browniana, entraría en desigual combate, contra fuerzas navales extremadamente modernas. Totalmente superado en número, su tripulación lo defendió con armas de mano, fue hundido, sucumbió peleando y una nueva generación de argentinos escribía en silencio, como su servicio lo exige, otra página de valor y de gloria en nuestra ya rica y extensa historia naval. Honramos así la memoria del suboficial maquinista Félix Artuso, héroe del Comando de la Fuerza de Submarinos, hombre del pueblo, nuestro vecino, quien dio su sangre en la defensa y recuperación de nuestros Archipiélagos Australes, formaba parte de su tripulación.

El submarino (S-32) “ARA San Luis” del “Tipo 209” mucho más moderno, incorporado al Comando en 1974, tuvo también una activa participación en el conflicto Malvinas, recibiendo la medalla “Al Valor en Combate” por haber atacado y burlado en reiteradas oportunidades el bloqueo naval impuesto por la Fuerza de Tareas británica.
Algunos de los actuales integrantes de este orgulloso Comando, siendo por aquel entonces, jóvenes oficiales y suboficiales de nuestra Armada, formaron parte de aquella orgullosa tripulación que, tuvo como valiente Comandante al Sr. Capitán de Fragata Don Fernando AZCUETA.-
En la actualidad:
La Fuerza de Submarinos, luego de 5 generaciones de unidades submarinas en su historia, está integrada por los Submarinos A.R.A. «SALTA» (S-31) y el A.R.A. «SANTA CRUZ» (S-41), que juntos con las unidades navales de superficie con apostadero en la Base Naval Mar del Plata, se constituyen en piezas fundamentales en la defensa de los espacios y los recursos argentinos en el mar.

El Area Naval Atlántica:
Mar del Plata tiene una importancia marítima capital, en la que todos los sectores del quehacer marítimo nacional e internacional se dan cita e interactúan constante e intensamente.
La Armada Argentina, buscando no solo una mayor eficiencia y agilidad operativa, sino también dando una inequívoca señal de su firme voluntad de compromiso con las cuestiones del mar, eligió a la Base Naval Mar del Plata para el asentamiento del Comando del Area Naval Atlántica cuya jurisdicción se extiende desde Punta Indio (PBA) a Comodoro Rivadavia (Pcia. de Chubut). Este redespliegue significó un importante aumento de la presencia de buques que tienen su apostadero en la Base Naval Mar del Plata. Entre ellos se destacan los que constituyen la División Patrullado Marítimo que son los que proveen los medios primarios para un permanente ejercicio del control del mar y la protección del patrimonio de los argentinos en él. La investigación oceánica tiene también su asiento en esta Base Naval, la Agrupación de Buques Hidrográficos y lo que alguna vez empezó como el Taller Integrado de Submarinos (TISU), hoy se ha convertido en el Arsenal Naval Mar del Plata (ANMP) que provee mantenimiento a todas las unidades de superficie y submarinas en la actualidad. Además, se encuentran en este destino, la Escuela de Submarinos (ESSU), la Escuela de Buceo (ESBU) y la Intendencia Naval Mar del Plata que, provee servicios logísticos a lo largo del litoral marítimo de su responsabilidad.
La Base Naval Mar del Plata ha sido a lo largo de 96 años, cuna del Comando de la Fuerza de Submarinos, que por su alto contenido estratégico sigue siendo un componente del Comando de Operaciones Navales del que depende orgánicamente y mantiene con el Comando del Area una dependencia de carácter funcional. La otra organización de alto valor estratégico que tiene su asiento en esta Base, es la Agrupación de Buzos Tácticos (creada en 1952) que junto a la Fuerza de Submarinos y a las Corbetas del Comando de la División Patrullado Marítimo, contribuyen a la otra gran tarea de la Armada que es la proyección del poder marítimo argentino.
La creación del Area Naval Atlántica, con asiento en la Base Naval Mar del Plata, debe ser asumida como una evolución lógica de la Armada que busca permanentemente la mejor forma de optimizar los recursos que le confía la Nación, dentro de un marco de estricto profesionalismo y respeto a la Ley.

En homenaje al Submarino ARA “San Juan”:
En este mes de mayo, precisamente en el “Día de la Armada”, la ciudad de Boulogne-Sur-Mer, en Francia, fue protagonista de un emotivo homenaje a los 44 Camaradas que naufragaron en el Submarino ARA “San Juan”.
La ceremonia contó con la presencia de la Ministra Consejera de la Embajada de la República Argentina en Francia, Silvina Murphy; el Alcalde de Boulogne-sur-Mer, Frédéric Cuvillier; el Presidente de la Asociación General de Amigos de Submarinistas, Contraalmirante (RE) Dominique Salles; y el Presidente de la Asociación de Submarinistas de Alta Francia, Yves-Marie Bonnaillie.

Por parte de la Armada Argentina, estuvieron presentes el Agregado de Defensa, Militar , Naval y Aéreo a la Embajada Argentina en la República de Francia, Capitán de Navío Pablo Basso; el Jefe de la Misión Naval Logística en Europa, Capitán de Navío Santiago Villemur; el Capitán de Fragata Gustavo Escalas, el Capitán de Fragata Contador Eduardo Ordóñez y el Suboficial Principal Cristian Bressani. Participaron, además, representantes de la Fuerza Aérea Argentina y del Ejército Argentino que cumplen funciones en Francia.
Durante el acto, y tras entonarse el Himno Nacional Argentino, se instaló una estela que representa la silueta del “San Juan” bajo el sol, sostenido por las insignias de submarinistas de ambas naciones. La escultura, diseñada por dos submarinistas miembros de la Asociación General de Amigos de Submarinistas y fabricada en Francia, es una copia exacta de aquella que fue entregada a la dotación del patrullero ARA “Piedrabuena” en su travesía inaugural y desde noviembre del año pasado se encuentra exhibida en el Museo del Arma Submarina de la Base Naval Mar del Plata.

En sus palabras alusivas, el Contraalmirante (RE) Salles expresó: “Un submarino es discreto por naturaleza: solo habla cuando está obligado, por orden o en caso de emergencia. Así, a la pregunta ‘¿Tiene alguna noticia del submarino?’”, se suele responder “Si no habla, es que no tiene nada que decir”.
“En noviembre de 2017 un silencio, un silencio demasiado largo alerta a la Armada y llena de pavor a las familias del ‘San Juan’: el submarino callará para siempre. A partir de entonces, en todo el mundo, los submarinistas, activos o retirados, compartirán el dolor de las familias argentinas”, continuó.

Luego de hacer un paralelismo con los casos de los submarinos franceses “Minerva” y “Eurydice” –desaparecidos ambos– en el caso del primero, encontrado en 2019, el Contraalmirante (RE) Salles destacó: “Ciudad de Boulogne-sur-Mer, aquí estás hoy testigo y guardián de lazos muy profundos: entre el General José de San Martín y la tripulación del ‘San Juan’; entre las tripulaciones del ‘San Juan’ y del ‘Minerve’; entre submarinistas argentinos y franceses; entre nuestras dos naciones”.

Invitación:
Se invita a todo el público, a visitar en Museo de Submarinos ubicado en la Escollera Norte del Puerto local, en los horarios de 12:00 a 19:00hs.

(*) Oscar Héctor Filippi
Corresponsal Naval en Armada Argentina
Ha participado embarcado en los Operativos Internacionales: ATLASUR; FRATERNO; UNITAS; INTRGRACION; SAR 2000, 2002, 2004 y 2006 y MILENIUM II. Ha navegado en todas las unidades de guerra de la Armada Argentina, en unidades de superficie brasileñas, uruguayas, norteamericanas y británicas.
Ha participado de la “Etapa Charlie” a bordo del Aviso (A-6) ARA “Suboficial Castillo” en la Antártida Argentina durante la Patrulla Antártica Naval Combinada con la Armada de Chile en 2010.
Ha volado con la 1ª y 2ª Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, acredita muchos anavizajes en la cubierta de distintos buques. Ha realizado diez singladuras en la Fragata ARA “Libertad”. Es Submarinista Honorario, realizando cuatro cruceros (Dos en el submarino ARA “San Juan” y dos en el submarino ARA “Santa Cruz”). Ha operado con Fuerzas Especiales (APBT y APCA) de la Armada Argentina.
Con la Fuerza Aérea Argentina ha cubierto distintos operativos nacionales e internacionales.
Es investigador del Conflicto del Atlántico Sur, realizando más de 300 entrevistas a veteranos de guerra, ha publicado más de 100 artículos sobre dicha temática y disertando en más de 20 ciclos académicos sobre Malvinas.
En 2015, 2016 y 2018 fue invitado a distintas ciudades eropeas (Caen – Duxford (GB) – Saint Tropez e Ypres, Bélgica), para realizar “Seminarios de Historia Militar”, sobre la “Operación Overlord”, la “Batalla de Inglaterra”, la “Operación Anvil-Dragoon” y el “Centenario del Fin de la Primera Guerra Mundial”.