Por: Oscar Filippi – Para: Prensa OHF
Generalidades de la época:
Inglaterra da un gran paso en favor de América del Sur al recordar a las nuevas repúblicas. Froebel, con «La educación del hombre», fija los fundamentos de la nueva didáctica. Manzoni escribe «Los novios» y se estrena el «Sueño de una noche de verano», de Mendelssohn. Un libro comienza su carrera de «Best-Seller»: «El último de los mohicanos», de Cooper. En Chuquisaca es proclamada la independencia de Bolivia, y, a su vez, Juan Antonio Lavalleja hace lo propio con la del Uruguay.

Constitución Federal y Ley presidencial:
En nuestro país cesa el gobierno de Buenos Aires y el Congreso adopta la ley presidencial y la Constitución Federal, convirtiéndose Bernardino Rivadavia en el primer Presidente argentino. Se declara a Buenos Aires capital de la República Argentina, dándosela siete leguas de extensión en todas direcciones y formando una provincia con el resto. La nacionalización de la ciudad y su zona adyacente comprende un ámbito limitado por la Ensenada hasta Las Conchas, por el río de la Plata hasta el puente Márquez. Se nacionalizan, además, las Aduanas creándose el Banco Nacional.
Fue durante el periodo de las guerras civiles. La constitución establecía un régimen unitario, tanto que los gobernadores de las provincias eran designados por el presidente.
Fue una constitución elitista, ya que prohibía el voto a los sectores populares. La misma reavivó la guerra civil, ya que fue rechazada airadamente por las provincias, y provocó la creación de la liga provincial, en mayo de 1827, dónde 11 de las 14 provincias estuvieron en contra de ella.
Hay una nueva reorganización postal y se crea la Dirección General de Correos. Rivadavia instala en la Chacarita de los Colegiales a 46 familias alemanas, y se funda la primera hoja periodística en idioma inglés. Se trata de «The British Packet and Argentine News». La modernización de la ciudad impone un comercio nuevo: aparece la primera cochería que alquila coches para fiestas.

Bernardino Rivadavia:
El infatigable Rivadavia crea el departamento de Ingenieros y Arquitectos y comienza una esperada obra edilicia porteña: el ensanche de las calles. Al comenzar la producción en gran escala de buena manteca nacional, cesa la importación de ese producto que se traía de Holanda. El naturalista francés D’Orbigny recorre el país y publica su «Viaje a la América Meridional». Se conoce, el primer gabinete nacional. Estos son los hombres que elige Rivadavia para acompañarlo en su gestión: Ministro de Gobierno: Julián S. de Agüero; de Relaciones Exteriores: Manuel J. García; de Guerra y Marina: General Carlos de Alvear; de Hacienda: don Salvador M. del Carril. Alvear entra inmediatamente en acción, ya que desde el ministerio flamante deberá dirigirse a la Banda Oriental como comandante en jefe del ejército en operaciones.
El Congreso sanciona una ley ordenando la construcción de un monumento en bronce en la actual plaza de Mayo. Estará junto a la pirámide y será en homenaje a los autores de la Revolución de Mayo, triunfante 16 años antes. También dispone el establecimiento de escuelas en la campaña bonaerense y la creación de un Departamento Topográfico a fin de proseguir con la reforma agraria propulsada por Rivadavia.

La Guerra con el Imperio del Brasil:
En la plaza del Retiro los porteños presencian el desenlace de un sórdido proceso: a los cabecillas de la sublevación del Callao, ocurrida dos años antes. Los jueces consideran culpables a los sargentos Francisco Molina, Matías Muñoz y José Manuel Castro, quienes son ahorcados. Pero el comentario y la euforia popular tienen al almirante Guillermo Brown y a sus aguerridos marinos como tema constante. Durante el año son varios los hechos épicos que mueven al vecindario a admirar a la escuadra. Primero es en el Río de la Plata, cuando con sólo cuatro buques Brown dispersa, rechazando, a 30 naves portuguesas. El pueblo sigue el desigual combate desde los altos y alienta a los marinos con gritos y música. Brown persigue a los intrusos y los derrota en el puerto de Montevideo. Sucede el primer combate de Los Pozos frente a las playas de Quilmes y otra vez Brown vence a los invasores, rechazando a 31 buques y levantando de esta forma el bloqueo. Insisten los brasileños, poco después, con 22 naves, frente a las cuales las ocho de nuestra escuadra poco pueden hacer. Sin embargo, Brown arenga a su tripulación: «Es preferible irse a pique antes de rendir el pabellón». Inutilizados los barcos patriotas, sólo Brown, Espora y Rosales resisten el embate logrando retirarse con honor. Atento a las necesidades de la Armada, se la dota con tres nuevos buques – el Sarandí, el República y el Congreso – con los que Brown, se atreve, por las costas del Brasil y apresa a 15 buques enemigos. Su regreso a Buenos Aires es triunfal.

Los medios de transporte y los caminos:
El transporte escaso y primitivo sigue siendo el freno principal del progreso de los argentinos. Poseen un país de enormes distancias, pero no el medio apto para recorrerías con rapidez y seguridad. La necesidad ha hecho nacer todo tipo de carros, los que son arrastrados, principalmente, por caballos y bueyes. Pero hasta las mulas colaboran con los más pequeños, dedicados a la recolección de basura. Por la mañana, una calle porteña es el escenario de todo tipo de ruidos, entre los que sobresale el chirrido característico de las grandes ruedas de los carros. Los coches de viaje no le van en zaga. Además, son incómodos. Sin embargo, se los usa para un viaje ya clásico a Mendoza. Dura 14 días y el itinerario está cubierto por servicio de postas, donde se produce el relevo de caballos y guías. Verlos partir es un espectáculo único. Parece, por sus pintorescas características, una verdadera expedición.
La guerra del Brasil fue un conflicto armado entre Argentina y Brasil por el territorio de Uruguay.