JUAN GÁLVEZ A 60 AÑOS DE SU ÚLTIMA LARGADA

Por: Oscar Filippi – Para: Prensa OHF

Aquel 3 de Marzo de 1963, ya cerca de cumplir mis 12 años de edad, estaba con mi viejo en la Ciudad de Olavarría. Habíamos viajado muy temprano en la mañana del sábado 2. Para mi orgullo, el “viejo” era amigo personal de los hermanos Emiliozzi. Teníamos que estar a más tardar, al mediodía del sábado, había que pasar por aquel “laboratorio de velocidad”, el taller de los “Gringos”, antes que entregaran el auto a Parque Cerrado. Se corría la tradicional “Vuelta de Olavarría”.

Alrededor del taller, un mundo de gente, para mi sorpresa, mi padre era uno de los “privilegiados” que podían acceder al taller de Dante y Torcuato. Allí estaban, al lado de la hermosa “Galera”, auto y taller impecables, los Emiliozzi también. Eran las épocas del motor FORD 59AB. Llegamos para la puesta en marcha. Emocionaba escuchar el tronar de los seis caños de escape. Mientras lo escribo lo vuelvo a vivir, veo la sonrisa en la cara de mi viejo, se cruzaron pocas palabras, los tres eran de hablar poco, pero por el saludo, el respeto era mutuo y mucho.

Ya en el parque cerrado, en la verificación técnica, mi viejo me señaló al “Gran Campeón” (9 títulos nacionales en el TC). “… Ahí está – me dijo – ese es JUANCITO GÁLVEZ, el “más grande piloto de Ford”. No podía creerlo, yo estaba a apenas cinco metros de aquella leyenda, de aquel ídolo del Ovalo. El Señor que lo acompañaba era Raúl Cotet, su acompañante, según me dijo mi padre. El auto era una hermosa cupé Ford pintada de azul y con el Nº 5 en las puertas. Los hombres a batir eran los hermanos Emiliozzi y allí estaba Juan Gálvez, dispuesto a intentarlo, ya tenía 47 años, pero en esa época de pasión y velocidad, la edad no contaba, contaba la experiencia.

Era la carrera 153 para “Juancito”, había ganado en 56 de ellas y jamás había tenido un accidente en ruta. Era de esos pilotos que la hinchada los excluye de la posibilidad de cualquier accidente.

Estado en que quedó el auto de Juan Gálvez, después de su accidente en el «Camino de los chilenos».

Ese sábado ya era triste, gris, amenazaba lluvia y a la noche se largó con todo. En el hotel, mientas cenábamos, se especulaba con la suspensión de la carrera, el circuito era mixto, de tierra y asfalto.

Pero el domingo amaneció soleado y ventoso. Los organizadores decidieron largar igual, la carrera sería sobre “barro y asfalto”.

No recuerdo en que vuelta fue. Pero si recuerdo el silencio, el mismo que me abraza ahora al escribirlo. La noticia corrió por los mismos hilos del alambrado que nos separaban del asfalto, en la rotonda de acceso a Olavarría, donde nos habíamos instalado desde muy temprano esa mañana para ver la carrera.

“Dicen que se mató Juancito…” se transmitía en “un boca a boca” interminable, cesaron los vítores, las chanzas entre marcas… el silencio invadía la ruta toda, como reguero de pólvora que se consume.

A los pocos minutos, la radio, esa que hizo al TC el deporte más federal de Argentina, que era parte de la carrera, confirmaba la amarga noticia: “En la «S» del Camino de los Chilenos, el Ford de Juancito dio 6 vuelcos. No llevaba puesto el cinturón de seguridad”.

Fue un regreso extraño a Mar del Plata. Un dolor extraño, un silencio profundo, como si el TC ya no fuera a ser el mismo. Le faltaba el más grande, comenzábamos a extrañar a Don Juan GÁLVEZ, ese hombre callado, ese MAESTRO del VOLANTE, humilde, casi tímido pero imbatible… ¿Cómo pudo ser… justo a él…????

Como pequeño y personal homenaje a ésta gran figura de nuestro automovilismo, JUAN GÁLVEZ. A mi “VIEJO”, por tantos domingos de carrera en rutas. Por haberme enseñado esta pasión por el automovilismo, por el respeto y ejemplo de los grandes.

Juan Gálvez, su última entrevista.
Hoy es 3 de marzo. Para el automovilismo deportivo argentino, no es una fecha menos. En 1963, el 9 veces campeón de Turismo Carretera disputaba su última carrera. Fue en Olavarría, donde un vuelco y sin cinturón (Nunca lo llevaba puesto) Juan saldría despedido de su vehículo, provocando su fallecimiento. En este fragmento les traigo su último reportaje. En donde habla del estado de la pista, su auto y de que todos los pilotos lleguen sanos a sus casas.

Publicado por prensaohf

Periodista y Corresponsal Naval.

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