La historia de Alfa Romeo

A Alfa Romeo o lo amas o lo odias, de ahí que sea una de las marcas que más controversia y debates genera. Una de las cualidades de los Alfa Romeo es que el auto sea bonito, muy bonito. Su diseño siempre ha sido muy cuidado, es por ello que siempre han contratado a los mejores diseñadores como Bertone, Giugiaro, Zagato…

Por: Oscar Filippi – Para: Prensa OHF

Visitamos el museo de Alfa Romeo en Milán para conocer la historia de esta marca centenaria. Repasamos en esta galería algunos de sus principales coches, prototipos y vehículos de competición.

Tan solo con nombrar la marca viajamos a Italia, donde Alfa Romeo fue establecida, pero no debemos olvidar que su fundador, Alexander Darraq, era francés.

Giuseppe “Nino” Farina ganó el primer campeonato mundial oficial de la Fórmula 1 en 1950 con el Alfa Romeo 158. Un modelo que se impuso en todos los grandes premios de esa temporada.
Al año siguiente, nuestro Juan Manuel Fangio, alcanzó su primer Campeonato de F1, en 1952, con un Alfa Romeo 159 (Alfetta).

En su haber tiene cuatro campeonatos mundiales de constructores de la Fórmula 1, los correspondientes a los años 1950, 1951, 1975 y 1977; y de pilotos dos, los de 1950 y 1951.

El autor de la nota, en el Museo Alfa Romeo, hoy en su ex fábrica en Arese, Milán, Italia.

Alfa Romeo es otra de las marcas tradicionales del sector del automóvil. Su largo recorrido en la industria se remonta a principios del siglo XX, y en todos estos años se ha forjado una reputación de la que pocos fabricantes pueden presumir. Sus diseños son bastante característicos e innovadores y siempre están a la vanguardia en este aspecto. Si por algo destacan las creaciones de la firma italiana es por sus formas.

Era el 24 de junio de 1910: algunos empresarios, haciéndose cargo de la filial italiana de la francesa Darracq, con talleres en el Portello (periferia de Milán), fundaron Alfa, Anónima Lombarda Fabbrica Automobili.

Con la adquicisión de la compañía por parte de Nicola Romeo, se rediseñó el emblema con la ayuda de Giuseppe Merosi. De esta forma se incluyó el símbolo de la ciudad de Milán y el de la familia Visconti en un logo circular, bordeado por un anillo azul oscuro conteniendo las palabras Alfa Romeo y Milano, separadas por dos nudos de la dinastía de los Saboya para hacer honor al reino de Italia.

Las «Alfettas» 158 y 159 de los dos primeros Campeonatos Mundiales de F1 en 1950 y 1951, ocupan un lugar privilegiado en el Museo.

La primera sede de la marca fue Portello, en Milán. Ese mismo año vio el nacimiento del primer A.L.F.A., el 24HP. Unos años después, ya en 1914, A.L.F.A. concibe su primer vehículo para la competición, llamado Alfa Grand Prix. En 1915 A.L.F.A. deja de fabricar autos debido al estallido de la primera guerra mundial. Junto a varias otras empresas, pasó a ser propiedad de Nicola Romeo en agosto de 1915.

En 1920 se renombra la firma a Alfa Romeo y se renueva el emblema. El nuevo logo se estrena ese mismo año en el Torpedo 20-30HP. Ese mismo año Enzo Ferrari se unía a Alfa Romeo. Varios años después, en 1927 se creó la “Scuderia Ferrari”, que en sus inicios estaría muy ligada a Alfa Romeo. I.R.I., siglas en español de Instituto para la Reconstrucción Industrial, adquirió la compañía en 1933 y anunció que Alfa Romeo dejaba la competición para concentrarse en la producción de autos comerciales. La división deportiva pasaba a depender directamente de “Scuderia Ferrari”.

Con este auto comenzó la historia de Alfa Romeo. Fue el primer auto desarrollado por la marca. Es el Alfa 24 HP Torpedo Carrozzeria Castagna de 1910. Incorporaba un motor de cuatro cilindros con cuatro litros de cilindrada y 42 CV de potencia. Alcanzaba una velocidad máxima de 100 km/h. Se produjeron 200 unidades entre los años 1910 y 1913.

Con el estallido de la guerra las factorías de Alfa Romeo están en el punto de mira de los militares, y la de Portello fue bombardeada en 1940, en 1943 y sobre todo en 1944. En éste último hasta un total de tres veces, el 14 de febrero, el 13 de agosto y el del 20 de octubre. Esto redujo la fábrica a escombros y obligó a la compañía a cesar toda actividad. Las fábricas se convirtieron en objetivos militares debido a la fabricación de motores aeronáuticos y vehículos militares. En 1946, con la segunda guerra mundial ya finalizada, el emblema de la marca se rediseñó y Alfa Romeo volvió a la competición. Un año después, en 1947, se reinició la producción de automóviles. A finales de la década la compañía volvió a desempeñar un papel decisivo y fabricó autos al máximo de su capacidad.

Alfa Romeo nace así en un verano de hace más de 113 años. Nos encontramos en plena “Belle Epoque”, Guglielmo Marconi recibe el premio Nobel de Física, las marcas Fiat y Lancia (rivales por aquel entonces) tienen once y cuatro años, respectivamente, y el reto de la nueva empresa se inicia con un éxito inmediato: el 24 HP. íntegramente diseñado por Giuseppe Merosi y otros técnicos italianos, este coche conquista por su mecánica, prestaciones, y por el placer de conducirlo; unas características que se convertirán en símbolos de la marca. El motor de 4084 cc suministra 42 caballos y permite superar los 100 km/h, una velocidad importante para aquellos tiempos. Al año siguiente, en su debut deportivo, está a punto de ganar la “Targa Florio”, pero tiene que abandonar por un accidente banal: el piloto pierde momentáneamente la visión por una salpicadura de barro. De este modelo se fabrican más de 200 bastidores, que, según la costumbre de la época, se entregan a los carroceros para el acabado definitivo.

Ingreso al Museo Alfa Romeo en Arese, Milán, Italia.

Símbolos:

Hay marcas que se conforman con utilizar sólo la inicial de su nombre y las hay que encierran toda una historia detrás del emblema que preside sus autos. Alfa Romeo es una de estas últimas, hasta el extremo de contar con dos símbolos muy importantes en sus vehículos.

El primero de ellos es el que podemos encontrar en todos los modelos de la marca Alfa Romeo y que es conocido como “El Biscione” (la culebra en italiano).

El logo de Alfa Romeo está compuesto por dos elementos: un “biscione”, la culebra y la bandera de Milán.

Escudo tradicional de la marca Alfa Romeo.

Alfa Romeo: El “Biscione”:

Para entender la procedencia de esta insignia debemos hacer un poco de memoria sobre los orígenes de la marca. Alfa Romeo se funda en 1910 en Milán con el nombre de Anonima Lombarda Fabbrica Automobili, cuyo acróstico es ALFA. Ya tenemos una parte del nombre de la compañía y una sede: Milán.

Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, la compañía atraviesa dificultades financieras y el mando es asumido por Nicola Romeo, quien aporta su apellido a la marca y se refunda como Alfa Romeo. Ya tenemos el nombre completo de la marca tal y como la conocemos hoy día y cuyas letras recorren el perímetro del escudo de la compañía, pero ¿qué son los símbolos que se encierran en la circunferencia de Alfa Romeo?

El escudo de la marca milanesa está compuesto por dos símbolos. A la izquierda tenemos una cruz roja sobre fondo blanco que es la bandera de la ciudad de Milán, donde Alfa Romeo fue fundada. La otra mitad del emblema es una serpiente gigante que está devorando una figura humana y que forma parte de la mitología de la ciudad italiana, conocido como “il biscione”. Esta serpiente mitológica formaba parte del escudo de armas de la familia Visconti, arraigada también en la ciudad italiana, desde la época de las cruzadas.

Ya tenemos el logo completo de Alfa Romeo, con un nombre que procede de un acróstico y un apellido, una bandera de la ciudad donde fue fundada y el estandarte de una de las familias de más rancio abolengo de la misma ciudad, Milán.

1923 – Alfa Romeo RL Targa Florio: La Targa Florio fue una de las carreras automovilísticas más famosas de Italia. En ella, Alfa Romeo compitió con el Alfa Romeo RL Targa Florio de 1923, que se ve en esta imagen. Tenía un motor de seis cilindros en línea con 3,2 litros de cilindrada y 95 CV de potencia. Lograba 157 km/h de velocidad máxima.

El Quadrifoglio Verde y Ugo Sivocci:

El otro gran símbolo de Alfa es el conocido trébol de 4 hojas sobre un triángulo blanco. A diferencia del Biscione (que está presente en todos los modelos de la marca) este símbolo de la suerte se reserva para las versiones más exclusivas de la firma italiana. Su origen es épico y trágico al mismo tiempo.

Alfa Romeo siempre destacó en las competiciones deportivas, la forma más eficaz de calar hondo en el público en los inicios de la automoción. Entre sus pilotos destacaba Ugo Sivocci.

Nacido en 1885, este joven italiano destacaba por 4 características: su exquisito pilotaje, la camaradería con sus mecánicos y compañeros, su simpatía y la falta total de lo que hoy se denomina “la suerte de los campeones”. Sivocci lo tenía todo para ganar, era rápido, técnico y preparaba bien los autos, pero le faltaba ese punto de suerte que siempre decanta de qué lado cae la victoria.

Como una especie de broma de sus mecánicos (que tenían predilección por Sivocci, pues solía ayudarles a poner a punto los autos) el Alfa Romeo pilotado por Ugo Sivocci en la Targa-Florio de 1923 tenía una sutil diferencia respecto a los otros tres de la escudería de la marca: un trébol de 4 hojas sobre un rombo de 4 puntas blanco. El amuleto funcionó y el bueno de Ugo logró por fin la victoria tan ansiada y la primera de la marca en una competición internacional.

1913 – Alfa 40/60 HP Aerodinámica: Que a principios de siglo XX un vehículo pudiera lograr los 150 km/h de velocidad máxima era algo insólito. Así fue este prototipo desarrollado por el carrocero Castagna con una carrocería de aluminio que va afilándose según se acerca a la parte trasera.

A veces el destino es una amante cruel y, en el caso de Ugo Sivocci, lo fue. Pocas semanas después de esta enorme victoria, su Alfa Romeo sufría un accidente fatal en el Gran Premio de Monza de 1923. Su auto no llevaba el trébol de 4 hojas pintado sobre su capó delantero y Ugo perdía la vida en el accidente.

Como homenaje a Sivocci, desde entonces los Alfa Romeo de la escudería tomaban siempre la salida con un trébol de 4 hojas de color verde sobre su capó, pero, a diferencia del original (que iba pintado sobre un rombo de 4 vértices), el “Quadrifoglio Verte” estaría enmarcado sobre un triángulo. El vértice que falta es, precisamente, Ugo Sivocci, todo un símbolo.

1950 – Las primeras berlinas modernas: El Alfa Romeo 1900, que se fabricó entre 1950 y 1958, fue ya un coche de volumen con cerca de 17.390 unidades producidas. Esta berlina incorporaba un motor de cuatro cilindros con 1,9 litros y 80 CV. Ya alcanzaba una velocidad máxima de 150 km/h.

La edad de Oro (1930-1940)

En los años treinta Alfa-Romeo se convirtió en una gran empresa, sobre todo en el plano comercial. Se sustituyeron los concesionarios en el exterior por filiales directamente gestionadas por Alfa-Romeo, que formó una magnífica red de venta y asistencia técnica en Francia, Inglaterra, España, Bélgica, Suiza, Austria, Hungría y Checoslovaquia. En 1932 el I.R.I. (Istituto per la Ricostruzione Industriale) toma el control de la sociedad y pone en la dirección a Ugo Gobbato, que reestructura los departamentos: el deportivo lo deja en manos de Enzo Ferrari y su “Scuderia Ferrari” fundada en 1929 para preparar Alfas privados y que a partir de 1932 se convierte en el equipo «oficial» de Alfa. En el departamento de producción se introduce la fabricación en cadena y se modernizan las plantas y se aumenta la producción también a camiones y autobuses. El primer autobús es el Bussing 50 de 1931. El T85G de 1935 vence el concurso internacional para camiones de gasógeno en un recorrido Roma-Bruselas-París. El modelo 500, útil tanto de camión como de autobús es capaz de llevar cargas de 110 quintales a 70 km/h. Durante la campaña de Etiopía, Alfa Romeo surte al ejército italiano con más de 2000 vehículos.

1952 – Alfa Romeo Disco Volante: Esta Alfa Romeo es un prototipo producido desde 1952. Era un auto muy rápido, con versiones coupé y descapotable, que se caracterizó porque estaba desarrollado sobre el túnel del viento para alcanzar los 220 kilómetros por hora.

Pero donde más aumenta la producción es en el sector aeronáutico. Ya en 1926, la compañía había fabricado (con licencia inglesa Bristol) un motor en estrella de nueve cilindros. En los años 30 salen motores propios potentes y fiables que son requeridos también en el extranjero, famosos por su material de fabricación la llamada Duralfa una liga ligera de aluminio para hélices, pistones y otros componentes. En 1939 se produce el 135 un motor de doble estrella y 18 cilindros que con sus casi 2000 CV es el propulsor más potente de su época. Otros motores conquistan 13 marcas mundiales de velocidad, altura y distancia. La producción aeronáutica recoge el 80% de la facturación anual y para satisfacer los pedidos se construye la fábrica de Pomigliano d’Arco (Nápoles). La conversión de Alfa-Romeo en empresa pública controlada por el I.R.I. hace de ella la representación de la industria y del avance tecnológico del estado fascista italiano, donde la competición automovilística se convierte en una confrontación que va mucho más allá de lo meramente deportivo. Las carreras de los años 30 tienen un trasfondo político como jamás lo tuvieron anteriormente ni tampoco después.

1954 – Alfa Romeo 2000 Sportiva: Fueron apenas unas pocas unidades producidas las que hizo Alfa Romeo de este 2000 Sportiva en 1954. Diseñado por Bertone fue un auto deportivo, con motor central delantero y tracción trasera de pequeño tamaño (3,6 metros), una potencia cercana a los 138 CV y una velocidad máxima de 220 km/h.

En ellas se quería reflejar la fuerza técnica de los estados europeos, principalmente de la Alemania nazi y de la Italia fascista. Son los años de los Alfa-Romeo y los Maserati frente a los Mercedes y Auto-Union alemanes, o los Bugatti, Talbot y Delage franceses; son años de Grandes Premios con más de 300.000 espectadores, con monstruosos bólidos de 500 Cv de potencia que alcanzaban los 300 km/h. Pero sobre todo fueron los años de los pilotos más legendarios: Hans Stuck, Rudolf Caracciola, Achille Varzi, Baconin Borzacchini, Louis Chiron, René Dreyfus, Manfred von Brauchitsch, Hermann Lang, Bernd Rosemeyer, Dick Seaman y sobre todos ellos el más mítico corredor de Alfa-Romeo, Tazio Nuvolari. La compañía milanesa fue la única capaz de presentar batalla a las «flechas plateadas» (Mercedes-Benz) y a los «peces plateados» (Auto-Union), y en estos años Nuvolari consiguió alguna de sus más increíbles victorias como el Gran Premio de Alemania de 1935.

1960 – Autos con nombre de mujer: El Alfa Romeo Giulia fue un modelo de 1962. Era un auto rápido, moderno, seguro e icónico. «Diseñado por el viento», dicen en Alfa Romeo. Incorporaba un motor de cuatro cilindros, con 1,6 litros y 90 CV de potencia. Alcanzaba una velocidad máxima de 169 km/h y la producción fue de 572.646 unidades, entre los años 62 y 78.

Automóviles de carreras:

Para los Grandes Premios la fábrica había utilizado al principio de la década los 8C-2300 Monza, que luego fueron cedidos a la “Scuderia Ferrari”, que les aumentó el desplazamiento a 2.6 litros y más tarde fueron vendidos a privados. Para sustituirlos Vittorio Jano diseñó en 1932 el primer verdadero monoplaza de la historia del automovilismo, el Tipo B Monoposto «P3», un ocho cilindros de 2654 cc sobrealimentado, que en 1935 se subió hasta 382 cc, con 330CV y que alcanzaba los 332 km/h. También incluía un sinfín de avances técnicos. Uno de los más originales es el piñón situado a la salida de la caja de cambios y los ejes motores en forma de V, que dan potencia a las ruedas traseras y el puesto de conducción en el centro. Fue el gran triunfador en las temporadas de 1933, 1934 y siguió venciendo aún en 1935. Para hacer frente a los potentísimos autos alemanes, la “Scuderia Ferrari” encargó a Luigi Bazzi y Arnaldo Roselli el diseño de un monoplaza de dos motores: el Alfa-Romeo Bi-Motore, tenía por tanto 16 cilindros y 6330 cc que rendían cerca de 540 CV a 5400 rpm. Sus dos motores, uno situado en posición delantera y otro en posición central entre el puesto de conducción y la transmisión, lo hacían muy potente, pero a la vez muy pesado (más de 1000 kg), lo cual no era útil para las carreras, pero sí para los intentos de récord de velocidad. El 8C-35 Tipo C de 3825 cc fue la respuesta de Alfa Romeo en 1935 al desafío alemán en la loca carrera por la mayor potencia y cilindrada, aunque con escaso éxito. Al año siguiente se da una nueva vuelta de tuerca con el 12C-36 de 12 cilindros en V de 60º y 4064 cc., que tampoco consiguió grandes victorias, como tampoco lo hizo al año siguiente el último diseño de Vittorio Jano, el 12C-37 de 4495 cc que apenas corrió y significó la ruptura entre el diseñador y la marca. Igualmente se produjo la ruptura entre Alfa-Romeo y la “Scuderia Ferrari” en 1938 por las diferencias entre Wifredo Ricart, nuevo director técnico de Alfa Corse y Enzo Ferrari, que marchó a Módena. Jano fue sustituido en 1937 por su antiguo colaborador Gioachino Colombo, que diseñó para la nueva fórmula de tres litros los modelos 308, 312, y 316 de 8, 12 y 16 cilindros respectivamente. Sin embargo, el ambiente enrarecido prebélico (Mussolini prohibió participar a los autos italianos en Francia) y la superioridad de los Mercedes y Auto-Union, hizo que sus actuaciones destacadas fueran pocas.

1982 – Alfa Romeo F1 1982: Alfa Romeo siempre ha tenido en sus genes la competición. Y este monoplaza de la década de los 80 es un buen ejemplo. El piloto era Bruno Giacomelli y su diseño con el patrocinador fue mítico en la máxima competición del automovilismo.

La mejor aportación de Colombo daría sus frutos después de la guerra. En 1937 a sugerencia de Enzo Ferrari, Alfa Romeo encargó el diseño de una «voiturette» (pequeños monoplazas de 1.5 litros de cilindrada) a Jano, pero al estar muy ocupado con los nuevos 3l dejó el encargo a Colombo. Este diseñó un pequeño ocho cilindros sobrealimentado que fue bautizado como «158 Alfetta». Se introdujeron en el modelo dos columnas deslizantes para las ballestas transversales, una en la parte delantera y otra en la trasera, y un mecanismo para reducir el eje del auto y por lo tanto, su centro de gravedad. Estaba dotado de líneas esbeltas y elegantes y gran agilidad, aunque algo peligrosos ya que en junio de 1939 Emilio Villoresi murió en una demostración y sólo 53 días después Nando Aldrigretti se mató durante los entrenamientos de la Copa Acerbo. A pesar de ello Alfa Romeo decide fabricar seis autos en 1940 que dominaron el G.P. de Trípoli, pero con la invasión alemana fueron escondidos en una fábrica de quesos en Melzo, y no volvieron hasta después de la guerra.

El relanzamiento de Alfa-Romeo (1950-1960):

En los años cincuenta Alfa Romeo se dedicó sus mayores esfuerzos en reactivar su sector de autos de producción. El doble objetivo de establecer la producción en cadena y rentabilizar sus éxitos en el terreno fue ampliamente cumplido. El modelo 1900 de Orazio Satta Puliga, una berlina de cuatro puertas y cinco plazas fue el primer auto del Biscione con carrocería autoportante y que relanzó la suerte de la empresa y logró satisfacer a un mercado cada vez más exigente. Montaba un motor de cuatro cilindros en línea de 1884 cc con 90CV y 150 km/h que pasaban de los 190CV en los modelos Super y Super Sprint. Este modelo introduce un nuevo concepto de auto, la berlina de altas prestaciones para uso cotidiano, que como decía su afortunado eslogan era «el auto de la familia que gana carreras». Se vendieron más de 20.000 ejemplares, entre ellos la versión 1900 Panther para la policía italiana o la versión Matta (loca) para el ejército.

1962 – Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio: El Alfa Romeo Giulia es un modelo muy querido en el museo. Y más en esta versión con el color rojo tradicional y el emblema del Quadrifoglio (el trébol de cuatro hojas de Alfa Romeo).

En lo deportivo los 158 y 159 «Alfetta» establecen la supremacía absoluta en los circuitos ganando, Emilio Giuseppe “Nino” Farina en 1950 y Juan Manuel Fangio en 1951, el recién estrenado Campeonato del Mundo de Fórmula 1.

Pero la joya más preciada de la compañía fue el Giulietta Sprint. En estos años se inició una tendencia que continuaría en el futuro: la colaboración entre centros de diseño de interiores y diseñadores de carrocería. Los autos que se siguen produciendo llevan el registro de “Fabricado en Italia”. El estilo de Alfa Romeo marcó tendencia: junto a los autos de producción, también se fabricaron ediciones limitadas de modelos únicos creados por diseñadores de primera fila. En 1958 Alfa Romeo firmó un contrato con Renault para construir el sedán “Dauphine” y posteriormente el utilitario Renault 4.

1968 – Alfa Romeo Carabo: Fue un prototipo creado por Alfa Romeo y la carrocera Bertlone. Fue presentado en el Salón de París de 1968. El color verde de la carrocería imitaba al de un escarabajo. Tenía un potente motor V8 de 230 CV y alcanzaba la velocidad máxima de 250 km/h.

Actualidad:

En el año 2004 Alfa Romeo fabricó 162 179 unidades, un 11% menos que los 182 469 vehículos que produjo en 2003. En el 2007 Alfa Romeo fabricó 151 900 unidades, 3.7% menos que en 2006. En 2008 se presentó el hatchback compacto MiTo, el modelo más pequeño de la marca. La crisis financiera global ha postergado hasta el 2015 los planes de Alfa Romeo para reingresar a Estados Unidos, mercado que dejó en 1995.

La gigantografía de Farina y Fangio, ocupan un lugar destacado en el Museo Alfa Romeo.

Publicado por prensaohf

Periodista y Corresponsal Naval.

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