Italia en la Segunda Guerra Mundial

La participación de Italia en la Segunda Guerra Mundial tuvo dos fases bien diferenciadas. Primero, a partir de junio de 1940, bajo el mando del dictador Benito Mussolini, luchó al lado de la Alemania nazi de Adolf Hitler contra Francia, el Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética. En 1940 Italia firmó con la Alemania Nazi una alianza conocida como el Eje Roma-Berlín, a la que se adhería el Imperio del Japón más tarde configurándose el Eje Berlín-Roma-Tokio.

Por: Oscar Filippi – Para: Prensa OHF

En la segunda fase, a partir del derrocamiento de Mussolini en el verano de 1943, el rey Víctor Emmanuel III y su nuevo gobierno firmaron un armisticio y se alinearon con los aliados, mientras los alemanes se hacían con el control de gran parte del país, donde crearon una estado títere, la República Social Italiana presidida por Mussolini. Así, de 1943 a 1945 hubo tropas italianas en ambos bandos del conflicto, y a veces luchan unas contra otras en lo que vino a ser una guerra civil dentro de la Segunda Guerra Mundial.

En los años 1930, Mussolini y Hitler empezaron a preparar a sus países para una guerra que pensaban que se desataría hacia 1942 o 1943. A ambos les sorprendió que Francia y el Reino Unido le declararon la guerra a Alemania en 1939 a raíz de la invasión alemana de Polonia. Por estas fechas, los aviones y blindados italianos eran muy inferiores a los aliados y el país solo tenía reservas de petróleo para unos meses. Dada la falta de preparación de Italia para la guerra, Mussolini optó inicialmente por mantenerse neutral en el conflicto. Fue solo a finales de junio de 1940, cuando Francia estaba invadida y prácticamente vencida por los alemanes, que Mussolini entró en la guerra al lado de Alemania. Su ejército atacó sin éxito el sur de Francia, si bien su intervención le permitió ocupar una parte del país tras el armisticio. Simultáneamente, las fuerzas armadas italianas emprendieron una larga lucha contra los británicos en la Batalla del Mediterráneo y el continente africano.

En octubre de 1940 Mussolini ordenó la desmovilización de más de la mitad de su ejército (600. 000 hombres de un total de 1.100.000) pero dos semanas después lanzó una invasión de Grecia. La resistencia fue más fuerte de lo previsto y el ejército italiano quedó estancado y sufrió fuertes bajas. Fue solo gracias a la intervención alemana en abril de 1941 que tanto Grecia como la vecina Yugoslavia cayeron en poder del Eje. Entre tanto, las tropas italianas eran derrotadas por las británicas en el África Oriental Italiana, que capituló en noviembre de 1941. En el norte de África la lucha entre los británicos y los italo-alemanes comandados por Erwin Rommel alcanzó gran resonancia mientras que un cuerpo de ejército italiano se unió a la invasión alemana de la Unión Soviética.

La victoria aliada en la batalla del Alamein en 1942 y los desembarcos aliados en Marruecos y Argelia llevaron al colapso del Eje en el norte de África en 1943, con la pérdida de muchas divisiones italianas. Las ambiciones imperiales del régimen fascista, que había aspirado a restaurar un “Imperio romano” en el Mediterráneo, se derrumbaron completamente. En julio de ese año los aliados invadieron Sicilia, que cayó en unas semanas. Mussolini fue derrocado y arrestado, el rey formó un nuevo gobierno que firmó un armisticio secreto con los aliados el 3 de septiembre. Ese mismo día los aliados desembarcaron en la península itálica. En las semanas siguientes Italia y sus fuerzas armadas, dispersas por los Balcanes, el Egeo y el frente oriental, vivieron una gran confusión, enfrentándose en ocasiones a los alemanes mientras otras tropas eran desarmadas o cambiaban de bando. Parte del ejército siguió luchando al lado de Mussolini mientras el resto se mantuvo fiel al monarca y colaboró con los aliados. Además, en el territorio controlado por los alemanes surgió un movimiento de resistencia antifascista que llevó a cabo una guerra de guerrillas.

Las tropas aliadas avanzaron por Italia de sur a norte, sufriendo muchas bajas en batallas como la de Montecassino y tardando mucho más de lo previsto en conquistar el país. Las tropas del Eje en Italia solo se rindieron el 2 de mayo de 1945, pocos días antes de la rendición general de Alemania.

Columna de tropas italianas CTV durante la batalla de Guadalajara (guerra civil española).

Ambiciones imperiales:

Durante la década de 1920, el primer ministro italiano Benito Mussolini habló con creciente insistencia sobre la necesidad de una expansión imperial, argumentando que Italia necesitaba darle una solución urgente a su “exceso de población” y que eso, a la larga, terminaría por beneficiar a otros países, incluso los ocupados.

En 1935, Italia inició la segunda guerra italo-etíope, “una campaña colonial como las del siglo XIX, librada fuera de tiempo. La campaña contempló la posibilidad de organizar incluso un ejército etíope nativo ‘para ayudar a conquistar’” el Sudán anglo-egipcio.

En octubre de 1938, a raíz del Acuerdo de Múnich, Italia exigió concesiones de Francia. Estas contemplaban un puerto libre en Yibuti, el control del ferrocarril Addis Abeba-Yibuti, la participación italiana en el manejo de la Suez Canal Company, alguna forma de condominio franco-italiana sobre el Túnez francés, y la preservación de la cultura italiana en Córcega, sin contactos ni vínculos con su contraparte francesa.

Ya en septiembre de 1938, el ejército italiano había elaborado planes para invadir Albania. El 7 de abril, las fuerzas italianas desembarcaron en el país y al cabo de tres días ocuparon la mayor parte de su territorio. Albania representaba un espacio vital que serviría a Italia para dar solución al tema de su superpoblación y constituiría una base para poner en marcha su proyecto expansionista sobre los Balcanes.

Personal británico recoge armas capturadas a los italianos en Etiopía (en ese momento llamada Abisinia) el 28 de septiembre de 1941, a pocos meses de finalizar la campaña.

Invasión de Albania (1939):

A 89 años del inicio de la campaña que concluyó con la ocupación italiana de la antigua Abisinia, un repaso por las causas y la preparación. Trayendo a colación una vieja afrenta, Mussolini buscó cumplir sus anhelos de poder.

El 3 de octubre de 1935 Italia inició la agresión colonial sobre Etiopía, que concluyó con la ocupación hasta 1941, tras la expulsión del invasor. Se trató de una aventura imperialista anacrónica y deliberada, que recibió una amplia condena. Sobre la decisión de invadir, confluyeron varios motivos.

La intención de Mussolini de alzar a la nación italiana y dotarla de un Imperio renovado, emulando la pasada gloria romana, se centró en África, donde la metrópoli europea controlaba previamente Somalilandia, Eritrea y Libia. En efecto, el anhelo de Il Duce fue el de extender y poder unificar sus territorios africanos. En 1896, las tropas italianas sufrieron la derrota infringida por el ejército imperial etíope en la batalla de Adua, contundente e inusual de un ejército europeo en época del reparto colonial de África. En efecto, tras la victoria, el Imperio abisinio se liberó de cualquier atisbo de injerencia externa y pudo participar del reparto africano, al extender su soberanía a regiones vecinas. Esta afrenta hirió gravemente el orgullo italiano. Por ende, el trauma de 1896 exaltó la imaginación de los sectores italianos más nacionalistas, los cuales reclamaban redimir la derrota.

Un objetivo que Etiopía podía cumplir, a diferencia de las colonias italianas preexistentes, era ser una válvula de escape para el exceso de población en la península. Cuando Mussolini visitó Libia, en 1926, tal vez pudo establecer la idea de ampliar territorios en África, en relación a un territorio no ocupado por potencia colonial europea alguna aunque sí reconocido por la Sociedad de Naciones como Estado soberano, paradójicamente, incorporación que Il Duce apoyó en 1923.

Tal vez la futura campaña italiana no era predecible con antelación pues, en 1928, Italia y Etiopía firmaron un tratado de amistad. Pero nada descarta que Mussolini haya sido capaz de disimular su anhelo imperialista porque, pese a las buenas relaciones formales, jugó la carta de probar que el régimen en Etiopía era corrupto para propender a su caída y, de hecho, Selassie acusó a los italianos de instigar la revuelta de 1932. Como sea, el líder italiano, en la víspera de la conquista, trató de convencer al mundo que la empresa no era para nada premeditada. Pero algunas fuentes etíopes suponían, una década antes, que la invasión fascista podría partir desde la Somalilandia italiana y de Eritrea.

Para muchos, Selassie se convirtió en un ícono mundial de resistencia, ante el hostigamiento a una nación considerada soberana pero ocupada por otra fascista e imperialista. Desde Italia y en un giro bastante veloz, los propagandistas del fascismo retrataron al Rey de Reyes como un tirano salvaje y sangriento, un César Borgia de su tiempo, que, pese a sus afanes de modernización (por ejemplo, combatió la esclavitud y penalizó con la muerte el tráfico), se empeñó en mantener Etiopía atrasada. Como se observa, motivos italianos no faltaron para pergeñar la invasión.

A principios de 1939, mientras el mundo se centraba en la anexión de Checoslovaquia por Alemania, Mussolini decide lanzarse a la conquista del Reino de Albania. Las fuerzas italianas empezaron las operaciones el 7 de abril de 1939 y rápidamente se apoderaron del pequeño país. Desde antes de la invasión, Albania estaba dominada políticamente por Italia; una vez finalizada la campaña, se la incorporó formalmente y el rey italiano fue proclamado soberano del pequeño país. Junto con la intervención en la guerra civil española y la ocupación de Abisinia, la invasión de Albania fue una de las causas de la desestabilización de Europa y la desintegración de la Liga de Las Naciones, creada después de la Primera Guerra Mundial, lo que llevaría inevitablemente a la siguiente conflagración.

Tropas alemanas conduciendo prisioneros griegos y británicos al cautiverio en abril de 1941, tras la invasión alemana de Grecia, producida anteriormente por Italia.

África Oriental:

Además de sus campañas en el norte de África, en julio de 1940 los italianos lanzaron operaciones ofensivas desde sus colonias de África Oriental: Etiopía, Somalia Italiana y Eritrea.

El Ejército italiano, bajo las órdenes del general Guglielmo Nasi, capturó varias ciudades y logró llegar a menos de 300 millas de Jartum. En las seis semanas siguientes, las divisiones de Nasi conquistaron la Somalilandia Británica, obligando al Ejército británico a evacuar cinco batallones de infantería de la fortaleza de Berbera y reagruparlos en Adén, al otro lado del mar Rojo.

La invasión italiana de la Somalilandia Británica fue una de las pocas campañas exitosas de la Italia fascista en la Segunda Guerra Mundial, que no contaron con apoyo de la Alemania nazi. En Sudán y Kenia, Italia capturó pequeños territorios en torno a la frontera, luego de lo cual su ejército en el Cuerno de África adoptó una postura defensiva destinada a prevenir los contraataques británicos.

La batalla de Keren determinó el destino del África Oriental Italiana. A principios de abril, después de la caída de Keren, los británicos conquistaron Asmara y Massawa. La capital etíope de Adís Abeba también cayó en abril de 1941. El virrey de Etiopía, Amadeo, duque de Aosta, se rindió en mayo en la fortaleza de Amba Alagi y al retirarse recibió honores militares. Los italianos en el este de África presentaron su última resistencia en torno a la ciudad de Gondar en noviembre de 1941.

Las tropas italianas, aunque numerosas, estaban constituidas al principio, en 1940, por una mayoría de unidades coloniales libias. Como estos spahis montados en camello, que obviamente no pudieron resistir el ataque de los tanques británicos en la “Operación Compass”.

Invasión de Creta:

En 19 de mayo de 1941, los submarinos italianos ‘Néréide’, ‘Tricheco’, ‘Uarsciek’, ‘Fisalia’, ‘Topazio’, ‘Adua’, ‘Dessie’, ‘Malaquita’, ‘Squalo’, ‘Smeraldo’ y ‘Sirena’ ‘, toman posiciones frente a Creta y las bases británicas de Sollum y Alejandría en el norte de África, en apoyo de la invasión alemana.

Al día siguiente, aviones de combate de la Regia Aeronautica bombardean y cañonean a las tropas británicas, australianas y griegas que defendían el sector Rethimnon-Heraklion.

El día 21, bombarderos italianos del 41 Gruppo con base de la Isla de Rodas atacan y hunden el destructor HMS “Juno”.

En 26 de mayo, debido a la feroz resistencia aliada, los comandantes alemanes piden a Mussolini el urgente envío de unidades de Ejército a Creta, para desviar a las fuerzas defensivas aliadas.​

El 27, una brigada de la División Regina, protegida por el destructor “Crispi” y los destructores escoltas “Lira”, “Lince”, y “Libra”, desembarcan detrás de las líneas británicas en Sitia y se une prontamente a unidades alemanes, obligando a los comandantes aliados a abandonar la defensa de Herakleion.

Un día después, bombarderos italianos del 41 Gruppo infligen daños irreparables al destructor HMS “Imperial”.​

El 29 de mayo, los aliados se ven obligados a hundir el destructor HMS “Hereward” que había sido seriamente dañado por la aviación alemana, y abandonado cuando lanchas torpederas italianos se acercaron para dar el golpe de gracia.

Guerra Ítalo-Etíope.

Norte de África:

El 13 de septiembre de 1940, divisiones del 10.º Ejército del general Rodolfo Graziani reconquistan la fortaleza de Capuzzo y cruzan la frontera con Egipto. Sin encontrar mucha resistencia de los 10.000 guardias fronterizos egipcios y 10.000 británicos,​ logran avanzar unos 100 kilómetros hasta Sidi Barrani, donde se detienen y comienzan a atrincherarse en una serie de campamentos fortificados.

El 8 de diciembre de 1940, los británicos lanzan la “Operación Compass”. Planeado inicialmente como un avance limitado, las tropas británicas, indias, y australianas terminan aislando al 10.º Ejército Italiano. Tomando ventaja de la superioridad aérea y el empleo de tanques británicos medianos y pesados Matilda y Cruiser, el general Richard O’Connor logra avanzar hasta El Agheila, bien adentro de Libia (un avance de 500 millas (800 km) y tomando unos 100.000 prisioneros.​

El 3 de enero de 1941, los australianos atacan y capturan Bardia tomando unos 25.000 soldados italianos prisioneros.​ Los australianos más tarde incrementarían el número de prisioneros a casi el doble del número real, con los libros en los últimos años afirmando que 45.000 italianos fueron capturados en Bardia.

El 22 de enero, después de una batalla de dos días, los australianos capturan Tobruk y hacen 15.000 prisioneros entre los defensores italianos.

Los italianos defendiendo Tobruk rechazan el ataque de la Brigada de Infantes de Marina de Franceses Libres, lo que obliga a los blindados británicos venir al rescate de los franceses.​

Durante los combates por Tobruk, infantería y tanques italianos habían contraatacado de nuevo, sobrepasanda parte del 2.º/8.º Batallón obligando tanques británicos venir al rescate de los australianos.

Como se ha dicho, los australianos han inflado el número real de cautivos durante la batalla, así como en acciones posteriores, de ahí las afirmaciones de autores de esa nacionalidad, asegurando que los mismos llegaron a 30.000.

El 24 de enero tuvo lugar la primera batalla de tanques en Mechili. La Brigada Especial Blindada (Brigata Corazzata Speciale o BCS) destruye siete tanques británicos y obliga el resto de la columna enemiga retirarse, logrando desprenderse ordenadamente cuando se produjo el contraataque británico.

El 25 de enero, el 2º/11º Batallón australiano ataca las unidades de la División Sabratha (apoyada por batallones de Bersaglieri de la BCS) que defienden el aeródromo de Derna y las alturas vecinas, pero avanzan lentamente debido a la determinada resistencia italiana. Mientras eso sucede bombarderos y cazas de la Regia Aeronautica intervienen y bombardean y ametrallan al batallón australiano.

El 27 de enero, el 2º/4º Batallón australiano apenas logra resistir los fuertes contraataques de la Sabratha en inmediaciones de Wadi Derna. Ese mismo día, la BCS embosca una columna de vehículos blindados del 6º Regimiento de Caballería australiano y pese a que los italianos pierden una buena parte de la Sabratha, los informes elevados a la superioridad por los mandos británicos dan cuenta que pelearon bien:

Enero 30.”-El tercer bastión italiano en caer en Libia-Derna, 175 millas al oeste de la frontera egipcio-fue ocupado hoy por las tropas imperiales británicas después de cuatro días de la más amarga resistencia ofrecida por los fascistas en la toda la campaña africana. La ciudad había sido defendida por menos de 10.000 italianos, las fuentes británicas revelaron, que lucharon con una violencia no encontrada en ninguna otra parte durante el avance hacia el oeste del general sir Archibald P. de Wavell.

Los sueños de Mussolini pasaban por conquistar Egipto y emular los éxitos militares alemanes en Europa. Para ello, las fuerzas italianas debían atacar desde Libia y derrotar a las tropas británicas que defendían Egipto.

El 5 de febrero, la vanguardia británica rodea y captura parte del 10º ejército Italiano cerca de Beda Fomm. El 10º Regimiento de Bersaglieri contraataca y casi sobrepasa la Plana Mayor de la infantería británica en la acción.

Para mediados de febrero, los británicos han capturado un total de 100.000 italianos (incluyendo soldados libios, policías y la milicia de voluntarios y enfermeras de los civiles locales), 845 piezas de artillería y 380 tanques. y destruyen o capturan 700 aviones italianos de todo tipo durante la “Operación Compass”.

Los británicos, por su parte han perdido el 80 % de sus transportes y la mayoría de sus tanques. Las pérdidas de la infantería de la Commonwealth también son importantes pues incluyen 2.000 efectivos bien entrenados, resultando muertos o heridos, 1 de cada 10 soldados. Al final de la operación, las Fuerzas del Commonwealth se encontraban en completo estado de agotamiento.

Con el portaaviones HMS “Illustrious” puesto fuera de combate por Stukas del 96° Gruppo​ de la Regia Aeronautica, el general Erwin Rommel (comandante del Deutsches Afrika Korps), arriba a Trípoli sin baja alguna y recibe mucha ayuda de la Regia Aeronautica que prontamente gana control de los cielos libios durante la nueva contraofensiva.

El 21 de marzo, los australianos finalmente capturan la guarnición italiana de Giarabub, después de un asedio que duró más de 15 semanas. Durante los enfrentamientos, el comandante italiano, mayor Salvatore Castagna resultó herido; por su arrojo y determinación, se le concede la Medalla de Oro al Valor Militar en acción. Los defensores italianos sufren 250 bajas entre muertos y heridos, en tanto los australianos 17 muertos y 77 heridos.

El 31 de marzo, el general británico sir Philip Neame escribe un informe bastante crítico de la actuación de la 9ª División australiana durante la defensa de Bengasi, advirtiendo que la inclinación de los soldados australianos por el alcohol y las mujeres podría pronto echar por tierra todo lo que se había logrado durante la “Operación Compass”.

El 1 de abril, la División Ariete captura El Agheila sin oposición. El quiebre de disciplina australiana y la derrota de la 2ª División Blindada británica en la defensa de la ciudad, anima a Rommel a continuar su avance.

El 3 de abril, las vanguardias motociclistas italianas de la Ariete y Sabratha entran en Bengasi sin oposición. Se les informa de casos de tortura, violación y muertes de mujeres italianas en manos australianas.

El 4 de abril, con sesenta tanques italianos cerca de Jebel el Akdar, las Fuerzas del Commonwealth comienzan a retirarse en tanto civiles y soldados italianos en Bengasi celebran la llegada del 3er Batallón de Reconocimiento alemán.​

El 7 de abril, la “División Brescia” captura Tmimi, después de su evacuación por parte de la 9ª División australiana.

Benito Mussolini junto con Adolf Hitler en abril de 1943, tres meses antes de su caída.

El 8 de abril, el 8º Regimiento de Bersaglieri rodea y captura a 3.000 soldados británicos, indios y australianos en Mechili sin ayuda alguna alemana. Ese mismo día, las vanguardias alemanas alcanzana la fuerza italiana en Mechili y capturan a otros 800 más australianos huyendo por la carretera de la costa.

El 17 de abril, la División Trento lanza un fuerte pero inútil ataque contra Tobruk. A pesar del fracaso de Rommel en supervisar y emitir órdenes claras, y una unidad alemana de Panzer no presentándose a tiempo, los italianos pasan al asalto, pero son prácticamente neutralizados por el fuerte fuego de artillería australiano y de los tanques alemanes.​

Los australianos ordenan enviar vehículo blindados “Bren-Gun” para flanquear y capturar a los italianos atrapados en el fuego cruzado. Este poder de fuego adicional finalmente quiebra la voluntad de los italianos, y toda resistencia cesa. Las perdidas italianas resultan ser 24 muertos, 112 heridos y 436 prisioneros, incluyendo a su comandante. El coronel italiano estaba tan furioso por ver a sus hombres disparados por la espalda propósito por los tanques alemanes que cooperó completamente con la Plana Mayor australiana. Los defensores australianos informan que “Los italianos atacaron nuestro Bn 48 y mientras se retiraban, ellos (los italianos) recibieron fuego de los tanques alemanes que se cree estaban apoyando el ataque”.​

Soldados de infantería italianos marchan por el desierto de la Somalia británica. Los soldados en el extremo derecho e izquierdo están armados con ametralladoras de 6,5 mm «Breda 30». Año 1940.

El 1 de mayo, las divisiones Ariete y Brescia con la ayuda de los batallones de Bersaglieri, Guastatori y tanques lanzallamas Fiat penetran las defensas australianas, capturando a siete puntos fuertes (R2, R3, R4, R5, R6, R7 y R8) afuera de Tobruk.

El 3 de mayo, los italianos rechazan un fuerte contraataque australiano que planeaba recuperar los puntos fuertes perdidos.​

La moral de los defensores australianos se ve seriamente afectado con al menos 234 casos de heridas autoinfligidas y casos psiquiátricos reportados en la 9ª División para finales del mes.​

El 15 de mayo, el 8º Regimiento de Bersaglieri al mando del coronel Ugo Montemurro descarrila la ofensiva británica denominada “Operación Brevity” en el paso de Halfaya. El coronel alemán Maximilian von Herff elogiaria públicamente a la compañía antitanque Bersaglieri, diciendo que defendieron el Paso de Halfaya, “… con valor semejante al de un león hasta el último hombre, contra fuerzas enemigas más fuertes. La mayor parte de ellos murieron fieles a la bandera”.​

El 16 de mayo, infantería de la Brescia apoyados por tropas Guastatori armados con lanzallamas atacan al 2º/9º Batallón y 2º/ 10º Batallón, obligando a los australianos a abandonar los puntos fuertes S8, S9 y S10.

El 24 de mayo, la “División Brescia” descalabra otro ataque británico lanzado con tanques e infantería desde Tobruk.

A mediados de junio una unidad antiaérea italiana al mando del mayor Leopoldo Pardi ayuda en contener una nueva ofensiva británica denominada “Operación Battleaxe”, en el paso de Halfaya.

En el mes de julio, el general australiano Thomas Blamey, decide evacuar Tobruk para evitar mayores pérdidas. Los soldados se encuentran agotados, con varios casos de cortes marciales, informes de patrulla falsificados y una creciente reticencia en participar en las patrullas nocturnas fuera de Tobruk.

En una acción nocturna, la noche del 11/12 de julio, dos patrullas de combate australianas del 2º/12º Batallón atacan a los elementos avanzados de la Pavía, atrincherados cerca de la Carretera El Adem. Bajo la cobertura de fuego de artillería, una de las patrullas se lanzó al ataque, pero pronto fue contenida por el fuego de las ametralladoras italianas. Tuvieron tres heridos al activar trampas caza bobos antes de reanudar su avance, capturando a tres italianos y matando o hiriendo a un número no determinado, pero perdiendo a su vez a tres otros efectivos heridos. Mientras tanto, la otra patrulla logró alcanzar el flanco del pelotón italiano apoyado por fuego de artillería, matando o hiriendo a “entre 30 y 40” italianos y capturando a otros dos, (según el Diario de Guerra del 2º/12º Batallón), pero perdiendo siete soldados heridos en el intento. Durante la acción, el subteniente Cesare Giacobbe, jefe del pelotón italiano del 27º Regimiento de Infantería Pavía, ganó póstumamente la Medalla de Oro al Valor Militar. A pesar de ser herido, el joven oficial italiano disparó su fusil automático y empleó granadas de mano, ayudando cubrir la retirada del resto de su pelotón, antes de recibir un disparo por segunda vez y caer mortalmente herido.

Desembarco aliado en Sicilia (Italia).

El 21 de noviembre de 1941 durante la “Operación Crusader” planificado para quebrar el asedio de Tobruk, la 70ª División de Infantería británica trata de romper las líneas de la “División Bologna”, pero los defensores italianos defienden exitosamente el punto fuerte Tugun, conteniendo al ataque del Batallón Escocés Black Watch.​

El 23 de noviembre la “División Pavía” derrota con un contraataque otro fuerte intento británico en romper las líneas de defensa de la Bologna.

El 13 de diciembre Rommel ordena las divisiones alemanas retirarse hacia El Agheila, dejando a las divisiones italianas solas resistiendo afuera de Tobruk. Ante esa situación, los generales Ettore Bastico y Gastone Gambara intervienen y ordenan Rommel enviar de vuelta a la 15ª División Panzer con el fin de ayudar a los italianos resistiendo en la Línea de Gazala.

En enero de 1942, en la Segunda Ofensiva de Rommel, el Ejército ítalo-germano logra nuevamente ocupar posiciones afuera de Tobruk y se prepara para los nuevos enfrentamientos que terminarán con la caída de Tobruk y la toma de 35.000 prisioneros aliados.

A finales de mayo, comienzan los choques blindados en la batalla de Gazala donde la División Trieste aferra a la 22º Brigada Blindada británica, permitiendo a los generales Georg von Bismarck y Walther Nehring de la Afrika Korps tomar completamente por sorpresa a los británicos, atacándolos por las espaldas e infligiéndoles una fuerte derrota con la pérdida de gran número tanques y hombres.

El 1 de julio de 1942, tropas Bersaglieri adelantadas capturan a 1.000 soldados neozelandeses abandonados cerca Minqar Qaim (24 millas al sur de Mersa Matruh), incluyendo a muchos de los temibles maoríes. Los soldados Bersaglieri también capturan a unos 1.000 gurkhas de tres batallones que se habían escapado de los combates finales de Tobruk o que habían sido enviados tardíamente para adelante como refuerzos.

El 3 de julio, el 19° Batallón Neozelandés desaloja parte de la División Ariete, capturando a 531 hombres y varias baterías de artillería. Dos otros batallones neozelandeses atacan a la “Brescia”, pero no tienen éxito.

El 10 de julio, el 2°/48° Batallón australiano captura a 835 soldados de la “División Sabratha” atrincherados en Tel el Eisa, durante la primera batalla de El Alamein. Los defensores de Tel el Eisa son capturados luego de fuertes bombardeos por parte de un centenar de piezas de artillería que apoyaban el avance australiano.

El 11 de julio, el general Enea Navarini envía al 7º “Regimiento de Bersaglieri”, al 46º “Regimiento de Artillería de la Trento” y una compañía de tanques del Capitán Vittorio Bulgarelli de la Trieste para recuperar Tel el Eisa.​ Los refuerzos italianos frenan el avance australiano y los soldados Bersaglieri conquistan parte de la altura.

El 14 de julio, el 1.º Batallón del coronel Erminio Angelozzi del 85º “Regimiento de Infantería de la Sabratha”, contraataca a los australianos del 2º/24º Batallón que defendían Tel el Eisa y recuperan completamente la posición.

El 15 de julio, las “Divisiones Pavía y Brescia” contienen en Ruweisat Ridge el ataque nocturno de la 2ª División Neozelandesa. Cientos de atacantes aliados son capturados al amanecer con la llegada de blindados alemanes.

Un tanque estadounidense M4 Sherman en Sicilia durante los desembarcos.

El 16 de julio, el 2º/23º Batallón australiano intenta retomar Tel el Eisa, pero son rechazados después de sufrir fuertes pérdidas por la artillería italiana.

El 17 de julio, la Trento con el apoyo de infantería y tanques de la Trieste sobrepasó en un contraataque parte de la 9ª División Australiana, capturando a no menos de 200 australianos.

El 22 de julio, las “Divisiones Brescia y Trieste” resisten toda una noche un nuevo ataque nocturno de la 2ª División Neozelandesa en Ruweisat Ridge​ y con las primeras luces del día 800 atacantes aliados son capturados con la llegada de blindados alemanes.​ Los jefes de los Regimientos de Infantería 65º y 66º de la “División Trieste” (los coroneles Gherardo Vaiarini de Piacenza y Umberto Zanetti) pierden la vida combatiendo al lado de sus conscriptos en las altura y son póstumamente condecorados.

El 27 de julio, el 3º Batallón del 61º Regimiento de Infantería de la “División Trento” atrincherado en Miteiriya Ridge, contiene el ataque nocturno del 2º/28º Batallón Australiano.

Con los tanques alemanes todavía en camino, el Escuadrón de Reconocimiento Blindado Trieste rodea y captura cerca de 500 soldados australianos del 2º/28º Batallón que, con las primeras luces del día, quedó completamente expuesto.​

Los ataques blindados alemanes e italianos, y los oficiales, suboficiales y conscriptos italianos atrincherados en primera línea salvan a Rommel de una derrota segura en la Primera Batalla de El Alamein, y el comandante de la Afrika Korps lo reconoce:

“Los italianos mostraron buena predisposición y camaradería en la primera línea. No cabe ninguna duda de que los logros de todas las unidades italianas, especialmente los elementos motorizados, superaron completamente cualquier otra acción del ejército italiano en los últimos 100 años. Muchos generales y oficiales italianos ganaron nuestro respeto como hombres y como soldados”.

En la noche del 13 al 14 de septiembre, los británicos intentan un desembarco anfibio cerca de Tobruk, pero son derrotados por el 1° Regimiento de Infantería de Marina San Marco e 6 baterías de cañones antiaéreo de 90 mm de fabricación italiana que incendian al destructor británico HMS “Sikh”.​ Cazabombarderos italianos del 13° Gruppo intervienen y hunden al destructor británico HMS “Zulú”.​ Los invasores pierden casi 300 hombres con los comandos británicos informando la pérdida de 81 hombres, y la Real Armada admitiendo la pérdida de otros 217 hombres más. Las pérdidas del Eje en la acción son quince italianos y un alemán muerto y 43 italianos y 7 alemanes heridos.​ Casi 580 de los atacantes británicos son capturados con otros 30 comandos del Grupo del Desierto de Largo Alcance (Long Range Desert Group o LRDG) más capturados afuera de Tobruk.

De acuerdo a lo manifestado por los sobrevivientes del HMS “Sikh”, el destructor británico fue hundido por los cañones italianos de defensa costera de 155 mm (6 pulgadas):

“El HMS “Sikh” fue hundido por el fuego cruzado de dos baterías de cañones de seis pulgadas, que prisioneros liberados explicaron que habían sido montados especialmente en previsión de la incursión. A pesar de ese fuego y el posterior bombardeo de embarcaciones pequeñas, después de evacuada la nave, el HMS “Sikh” perdió sólo 17 hombres, aunque muchos pertenecientes a la fuerza de desembarco de infantes de marina también se perdieron”.

Durante la Batalla de Alam el Halfa (desde el 30 de agosto hasta el 5 de septiembre de 1942), la “División Bologna” y el 433o Regimiento de Infantería alemana atacan a varias unidades de indios, sudáfricanos y neozelandeses atrincherados en Ruweisat Ridge, y logran capturar a la fortaleza Point. Aunque la Historia Oficial Neozelandesa de la Segunda Guerra Mundial se refiere a la acción principalmente italiana simplemente como “fintas”, un historiador militar británico ha señalado que fue un peligroso avance requiriendo un fuerte contraataque:

“En el centro de la frente británica una buena división italiana, la “Bologna”, encabezo un fuerte ataque en Ruweisat Ridge, y un considerable contraataque fue requerido para expulsarlo del terreno que había ganado”.

Tropas norteamericanas desembarcando en Italia.

Los ataques del Eje son detenidos y las fuerzas del Commonwealth contraatacan en la Operación Beresford, el 4 de septiembre. La Segunda División Neozelandesa sufre un serio revés a manos de los paracaidistas italianos de la División Folgore. Tal como señala el coronel Fritz Bayerlein (uno de los oficiales claves de Rommel):

“Un ataque de nuestra Luftwaffe contra de la 10a División hindú, que se agrupaba para un contraataque contra el centro de nuestras líneas, hizo que las unidades que estaban reunidas allí fueran dispersadas. Los otros ataques lanzados por otras unidades contra nuestros flancos, especialmente los neozelandeses, fueron demasiado débiles para poder efectuar una penetración y eso permitió rechazarlos. Un ataque nocturno llevado a cabo contra el Cuerpo Italiano X provocó fuertes pérdidas entre los británicos. Un buen número de enemigos yacían muerto en el campo de batalla y otros 200 más fueron hechos prisioneros, entre ellos el general Clifton, comandante de la 6ª Brigada Neozelandesa”.

Las “Divisiones Trieste, Brescia junto a la 90a Ligera”, reforzadas por los tanques de las “Divisiones Ariete y Littorio” y “Batallones de Bersaglieri”, contraatacan en el área de la Depresión Munassib al 26° Batallón Neozelandés, la 5a Brigada Neozelandesa y la 132a “Brigada Kent” británica, obligándolos a retroceder hasta sus líneas de partida, después de que lambas fuerzas (neozelandeses y británicos) hiciesen buenos progresos.

En la noche del 29 al 30 de septiembre, la 131ª “Brigada británica Queen” con el apoyo de los tanques de la 4a Brigada Blindada lanzan la “Operación Braganzar” con el objeto de capturar el área de Deir el Munassib a través de las líneas italianas. En el combate nocturno, la División Aerotransportada Folgore mantiene sus posiciones, infligiendo más de 300 pérdidas al enemigo.​ Los shockeados soldados británicos dirían más tarde que soldados Fallschirmjägers (Paracaidistas alemanes) lograron desbaratar la “Operación Braganzar”, pero el diario de guerra de la Afrika Korps señala que los paracaidistas italianos “aguantaron la mayor parte del ataque. Lucharon bien y infligieron fuertes pérdidas al enemigo”.​

El 13 de octubre, el general Alessandro Predieri, comandante de la “División Brescia” pierde la vida en una misión de reconocimiento de las primeras líneas en Alamein.

El 24 de octubre, las “Divisiones Ariete, Brescia y Folgore” rechazan los primeros ataques británicos en la Segunda Batalla de El Alamein.

Fuerte Capuzzo, frontera entre Libia y Egipto, octubre de 1942. Las banderas alemanas e italianas ondean sobre el fuerte tras su reconquista por las tropas del eje.

El 24 de octubre, las “Divisiones Ariete, Brescia y Folgore” rechazan los primeros ataques británicos en la Segunda Batalla de El Alamein.

En un contraataque lanzado el 26 de octubre, el 12° “Regimiento de Bersaglieri” obliga al 2°/17° Batallón australiano abandonar la Colina 28.

El 28 de octubre, la “División Blindada Littorio” sobrepasa parte de la 133a Brigada, capturando a 300 soldados británicos.

A final del mes, el 10° “Batallón de Bersaglieri” rechaza a varios ataques australianos, ganando la admiración en sus reportajes de la 90a Division Ligera alemana.

El 2 de noviembre, los antitanquistas del 12º “Regimiento Bersaglieri” se mantienen firmes sus posiciones en Tel-el-Aqqaqir y destruyen cerca de 70 tanques británicos.

El 3 de noviembre, las “Divisiones Ariete, Trieste y Trento” cubren exitosamente el retroceso de Rommel y la Afrika Korps.​

El 6 de noviembre, el Alto Mando Alemán hace público el rol de la Ariete, Littorio, Folgore y el Cuerpo de Bersaglieri en El Alamein, “los británicos fueron hechos pagar por su penetración con enormes pérdidas humanas y materiales. Los italianos lucharon hasta el último hombre.”

Poco después de la batalla final de El Alamein, Rommel en una entrevista concedida a la radio Roma informa que:

“El soldado alemán ha impresionado al mundo; sin embargo, el soldado italiano Bersaglieri ha impresionado al soldado alemán”.

El 8 de noviembre, la “Operación Torch” se pone en marcha con 107.000 soldados aliados, en su mayoría estadounidenses, desembarcando en Casablanca, Orán y Argel. Temiendo que Rommel pronto será desbordado, unidades aéreas y terrestres del Eje en Sicilia parten a reforzar Túnez.

A mediados de noviembre, la “División Superga” juega un rol importante en el rechazo de la 78a División británica.

El 21 de noviembre, refuerzos de la 50a Brigada Especial italiana bajo el mando del general Juan Imperiali di Francavilla, ayuda a los paracaidistas alemanes a rechazar una fuerte columna de tanques estadounidenses fuera de Gabes.105​

El 22 de noviembre, una columna de tanques italianos de la 50ª Brigada obliga a los paracaidistas estadounidenses a abandonar Gafsa.​

Durante la “Batalla de Tebourba”, el 10º “Regimiento de Bersaglieri” y el “Regimiento San Marco” capturan el 3 de diciembre a 300 paracaidistas aliados de los coroneles John Frost y Edson Raff que operaban cerca de Pont du Fahs y Donar Cheti.

El 13 de diciembre, la “División Blindada Centauro” obliga a una importante fuerza blindada británica a retirarse de El Agheila. En su diario, Rommel reconoce la importancia de esa acción:

“A última hora de la mañana, una fuerza superior enemiga, lanzó un ataque contra el Grupo de Combate Ariete, que se encontraba al sur-oeste de El Agheila, con su flanco derecho desplegado en Sebcha Chebira y su izquierda uniéndose con la 90a División Ligera. Una lucha amarga se entabló contra 80 tanques británicos y duró casi diez horas. Los italianos ofrecieron un magnífico combate, por lo que se merecen el máximo reconocimiento. Finalmente, en la tarde, los británicos fueron rechazados por un contraataque del regimiento blindado de la Centauro, dejando 22 tanques y 2 carros blindados incendiados o dañados en el campo de batalla. La intención británica de cortar la retirada de la División Ligera 90a se vio frustrada”.

Soldados italianos en Etiopía durante la Guerra Ítalo-Etíope.

Durante la “Batalla del paso de Kasserine”, unidades alemanas del “Kampfgruppe Deutsches Afrika Korps” y la 21ª “División Panzer” del general Fritz von Broich fracasan en sus ataques en los pasos de Sbiba y Kasserine, pero los italianos en la forma de la “División Blindada Centauro” obtienen éxito con el Cuerpo de Bersaglieri sobrepasando al 19° Regimiento de Ingenieros de Combate estadounidense del coronel Anderson Moore. Cuando ataca un batallón de tanques de la Centauro por el paso de Kasserine los italianos abren más camino, y una columna de Panzers logra atravesarlo antes de girar al norte hacia Thala.

El 2 de febrero hasta el 9 de abril los Aliados quedaron detenidos por la resistencia de la “División Blindada Centauro” en la batalla de El Guettar,​ y también por soldados del Raggruppamento Sahariano del general Alberto Mannerini en El Hamma Ridge, sin embargo aprovecharon para envolverlos y el 8 de abril con potentes ataques rompieron las líneas del Eje, con la Primera División Blindada Estadounidense reconociendo la pérdida de 304 muertos, 1.265 heridos y cuarenta tanques.​

En la primera semana de mayo de 1943, el general Hans-Jürgen von Arnim entra en negociaciones secretas de rendición con los aliados, mientras que varios generales de la DAK vuelven a Alemania y 130.000 soldados alemanes prácticamente dejan de combatir y se rinden en masa, a pesar de contar con 1.000 piezas de artillería, 250 tanques, petróleo y suministros para seguir luchando.​

El 6 de mayo, el general Lucian King Truscott, comandante de la Tercera División de Infantería estadounidense y el general Ernest Nason Harmon, comandante de la Primera División Blindada estadounidense, informan que los alemanes atrincherados en la montaña dominante con vistas al mar mediterráneo han dejado de combatir.​

El 9 de mayo, el general Hans-Jürgen von Arnim junto con 80.000 soldados alemanes, se rinde sin consulta previa con el general Giovanni Messe.

El 13 de mayo, el 1.º Ejército Italiano bajo el mando de Messe (promovido durante la noche anterior a Mariscal del Campo), después de haber derrotado todos los ataques de la División Británica Black Cat119​ y los famosos goums marroquíes de las Fuerzas Francesas Libres​, se rinde a los aliados.

13 de diciembre de 1935, Etiopía — Título original: Los acontecimientos noticiosos más destacados de 1935. Cerca de Harar, Etiopía: Los observadores pesimistas predicen que el conflicto italo-etíope hundirá al mundo entero en la guerra. Los diversos planes de paz que los estadistas han presentado hasta ahora han resultado fallidos y, en el momento de redactar este informe, la peligrosa situación sigue sin cambios. Tropas etíopes disparando un cañón antiaéreo contra un avión italiano desde un campamento del ejército de Ras Nassibu en el sur de Etiopía, cerca de Harar. — Imagen de © Bettmann/CORBIS.

Bibliografía:

Sergi Vich Sáez, Mussolini en Abisinia. La Guerra ganada a los Etíopes, Revista Historia y Vida Nº457 (2006), p.86-95

-Francesca Tacchi, Atlas Ilustrado del Fascismo. «Del Marenostrum al Imperio Africano», Susaeta (2003), p.134-135

-Winston Churchill, La II Guerra Mundial Volumen 1. El Camino hacia el Desastre. «VIII Sanciones contra Italia», Planeta Deagostini (1959)

Publicado por prensaohf

Periodista y Corresponsal Naval.

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