Simplemente: Norberto José Polinori

Por: Oscar Filippi – Para: Prensa OHF

¿Qué notable, no…? Los chicos que van al autódromo a ver TC hoy, saben de grillas, saben de preparadores y pilotos, de historia… ¿Historia? Cero, nada.

Hoy, puede ser lo mismo salir con un veterano de 1938, por decir que, con una cupé de TC que corría en 1968. “Sé igual”, la gente los mira como OVNIS, nunca vieron nada parecido, no entienden nada.

¡Qué rápido que va el tiempo, por favor! Antes, pongámosle en 1980, algún camionero te tocaba bocina para saludarte, todavía reconocían una cupé de TC. Hoy te tocan bocina para que te corras. En fin… ¡Aguanten los viejos!

En sus 85 años de historia, el Turismo Carretera dejó huellas imborrables con pilotos que pusieron cuerpo, alma y hasta la propia vida en pos de la pasión por el automovilismo deportivo, Fueron 72 corredores y 52 acompañantes los murieron en rutas y pistas, desde Américo Traba en 1937, en las Mil Millas Argentinas, hasta el joven y prometedor santafesino de Las Parejas, Guido Falaschi, en 2011, en el autódromo de Balcarce.

El «NEGRO» – NORBERTO POLINORI , en la vuelta de SALTO de 1966.

Recordando a “El Negro” Polinori:

Se van a cumplir 56 años del accidente que costará la vida a Norberto José Polinori. Lo recordamos como un excelente piloto con virtudes especiales para conducir.

En su época le tocó competir con verdaderos grandes del volante, donde no desentonó y obtuvo muy buenas clasificaciones coronadas con un triunfo en Tandil No Ganadores del 16 de Agosto de 1964.

Un lúcido piloto, comandante de una nave roja, que encendía corazones en el instante de la velocidad y el riesgo, de la cautela y el amor al prójimo.

Debutó en el Gran Premio de 1963 con un honroso 7º puesto, y perdió la vida en la carrera de Rufino, el 19 de Noviembre de 1967.

El «NEGRO» NORBERTO POLINORI y JULIO GALVAN su acompañante.

Actuación Deportiva:

1963: 7° Gran Premio TC.

1964: 1° Tandil no ganadores, 3° S.A.Areco, 5° Hughes SF, 5º Rufino, 5º Santa Fe, 5° Gran Premio TC.

1965: 2° Rojas, 4° San Nicolás,5º Rojas, 5º Necochea.

1966: 2° Santa Fe, 2° Mercedes 500 Millas, 2° Chacabuco, 4° Triángulo del Oeste, 4° Salto, 4º Pehuajó, 4º San Francisco Cba, 5° Gral.Pico LP, 7º San Nicolas, 8º Tandil, 8º Carlos Casares, 9º Junin.

1967: 2° Hughes, 3º Arrecifes, 3° Salto, 3º Triángulo del Oeste, 4º San Nicolas, 5º Chaco, 8º La Pampa, 9° Venado Tuerto SF, 14º Autódromo BA, 15º Mar del Plata.

El «NEGRO» – NORBERTO POLINORI, 3° en el TRIÁNGULO del OESTE de 1967. A esa altura del año – el “credito de VILLA CAÑAS”, era el mejor CHEVROLET de la temporada.

De los pagos de Villa Cañás:

Norberto José Polinori, había nacido el 25 de mayo de 1932 en Villa Cañás. Sus padres, Anita Matonay de Polinori (Doña Anita) y Egidio Polinori, en ese tiempo, eran propietarios de una sólida empresa dedicada a la compraventa de repuestos de motores de diferentes vehículos. En ese ámbito, atestado de tecnología mecánica, se desarrolla su vida. Tenía un hermano mayor que él que se llamaba Juan Alfredo, al que todos lo conocían por “El Pety”. Uno de los primeros deportes que practica es el fútbol en el “Club Sportsman”. Se casa con una linda mujer Mirtha Sfasciotti que le dio tres hijos: Fernando -20 de junio de 1963- y, Graciela y Silvina -14 de marzo de 1965-. Las mellizas nacieron al concluir la primera etapa en Venado Tuerto de La Dos Océanos, en la que participó.

Al inicio del año 1963, Norberto José Polinori, joven corpulento y bonachón, de treinta años de edad, apodado “El Negro”, se decide a preparar una Cupé Chevrolet con motor Apache de cuatro bancadas, para participar en el Campeonato Argentino de Turismo Carretera; categoría máxima nacional de competencia automovilística.

«Al terminar de armarlo, salimos a probar el auto. Al ponerlo a ciento setenta kilómetros por hora en la ruta, se sorprendió. “A esto no lo puedo manejar, lo voy a tener que vender”; el auto era muy inestable. “Habrá algo mal; vamos a ver a Marcos”, traté de calmarlo. Al probarlo Ciani manifestó: “Ni yo lo podía manejar”. Lo llevó a un taller, lo alinearon y salimos a la ruta manejando Marcos; lo puso a ciento noventa kilómetros por hora, soltó el volante y expresó: “Ves ‘Negro’, es fácil, ahora se tiene bien”. Al volver a Villa Cañás, “El Negro” hacía lo mismo; “estaba loco de alegría”.

La carrocería la adaptó a la categoría José M. Baquio, en Venado Tuerto.

Norberto José Polinori y su equipo de mecánicos trabajaron a ritmo sostenido durante, aproximadamente, un año, hasta dejar a la cupé en condiciones para la primera prueba.

El «NEGRO» – NORBERTO POLINORI , en la vuelta de SALTO de 1966.

La tapa de cilindros “Made in Villa Cañás”:

En tanto se sucedían esas carreras, desde el comienzo del año ’64, los mecánicos de Polinori experimentaban con un invento; no sabían si iba a dar resultado.

Norberto «Negro» Polinori con la remera de «EA», uno de los espónsors del auto.

Durante un viaje que hicimos a Rufino, “Chacarita” Pettinari y yo convencimos a “El Negro” para que nos consiga una tapa de cilindro para reformarla y crear una de seis entradas y cuatro salidas. Al traernos una tapa trabajé con una máquina de agujerear, con una sierrita. Hice los nichos, construí las primas rectangulares de fundición. Las coloqué como armando un rompecabezas. A las seis de la tarde, en la herrería de Moisés Brahim, prendimos la fragua para soldarle los tres tramos. Moisés hizo las soldaduras, yo le indicaba como colocar las piezas, el chico de Puebla me ayudaba a girar la tapa. “El Negro” hacía un lechón asado, iba y venía, no podía estar quieto. Al terminar, a las tres de la mañana, pusimos la tapa de cilindro reformada en el sitio que se hizo el asado, la tapamos con cenizas y brazas para que no se enfríe de golpe, sufra tensiones internas y se raje.

Finalmente, “Chacarita” hacía el trabajo más delicado, el pulido de las bocas de entrada de admisión, salidas de escape, tenían que ser iguales, así también, las tuberías en sus diámetros y sus longitudes. Él era una persona muy capaz, un intuitivo que leía mucho y le gustaba experimentar cosas nuevas. La ventaja de esta tapa era que hacía más veloz a la Cupé.

«Tuvimos algunos problemas, se iba agua a los cilindros y el auto andaba en cinco cilindros; por ello abandonamos algunas carreras”.

«Hicimos otras agregándole mejoras, con moldes diseñados por ‘Chacarita’; el auto andaba rápido, pero por fundirse con diferentes materiales, las tapas se rajaban”.

Para participar en la Vuelta de Tandil -la “No Ganadores”- del 16 agosto de 1964, pusieron la primera tapa de cilindro con su problema solucionado. De esa carrera, Norberto Polinori (promedio de velocidad: 149,910 Km./h) salió triunfante, seguido de José Manzano (segundo).

«Al terminar esa Vuelta, se volcó la gente a ver el motor. Nunca un motor Apache de cuatro bancadas había tenido una tapa de cilindro de seis entradas y cuatro salidas. La única se creó en Argentina, la hicimos nosotros en Villa Cañás”.

El «NEGRO» – NORBERTO POLINORI, 3° en el TRIÁNGULO del OESTE de 1967.

De Chevrolet a Ford:

Pasar de Chevrolet a Ford era (y es) un sacrilegio automovilístico. Dados una serie de factores, los mecánicos de Polinori se atrevieron a fantasear con esa posibilidad.

«Estuvimos a punto de pasarnos a Ford en el año ’66, en que todos corrían con Ford F100 o con motor de siete bancadas con caja de cuarta y nosotros lo hacíamos con un motor de cuatro bancadas con caja de tercera reformada de un Chevrolet ’46. Teníamos un motor F100 armado íntegro en el taller, y ‘El Negro’ no quería ponerlo”. Nosotros («Coco» y yo) le insistíamos que lo coloque. Por esa diferencia nos distanciamos de él por unos días.

«Él pensaba bien; si se iba de Chevrolet, era difícil volver”. Los Ford tenían un problema: se rompían con cierta facilidad. Tenía miedo, si se le rompía el motor no iba a poder correr más, el dinero para armar uno nuevo salía del bolsillo de él y los costos eran elevados. Al poco tiempo, la General Motors, que había retirado el apoyo, vuelve a darlo».

En la Vuelta de Chacabuco, del 24 de julio de 1966, abraza un meritorio tercer puesto. Primero se colocó Juan Manuel Bordeu con su Chevrolet Súper (3h 32m 51s 2); segundo, Angel Rienzi (3h 36m 17s) con su Ford F-100; tercero, Norberto Polinori (3h 43m 35s 8), ubicó al mejor Chevrolet cuatro bancadas; cuarto, Eduardo Casá (3h 43m 43s) con su Ford F-100.

“Polinori y Casá compartían el tercer puesto que se decidió a favor de Polinori por sólo ocho segundos”.

Norberto “el Negro” Polinori, un 16 de Agosto, pero de 1964, en Tandil cuando triunfaba en una competencia para
«No Ganadores».

Aquella “No Ganadores” en Tandil de 1964

Se cumplen cincuenta y nueve años del triunfo del piloto de Villa Cañás; en el triángulo entre Tandil, Ayacucho y Rauch. Los detalles de aquella prueba para “No Ganadores”, para celebrar las “Bodas de Plata del Tandil Auto Club”.

Fueron carreras organizadas para pilotos que no habían triunfado nunca en el Turismo Carretera. Se convirtió en un clásico que se extendió por 40 años.

Las carreras de “No ganadores” fue una idea implementada por el Automóvil Club Argentino a fines de la década del ‘40, cuando el TC transitaba sus primeras carreras luego del impasse por la Segunda Guerra Mundial. El propósito era darle, a los corredores que habitualmente no eran protagonistas la chance de entrar en la galería de ganadores.

Hubo 40 carreras para “No ganadores” y en 22 de ellas el vencedor lo hizo solamente en esa oportunidad. En otros casos, significó el despegue en la trayectoria de grandes pilotos.

Recién en noviembre de 1975 el TC retomó estas carreras cuando las cupecitas había pasado definitivamente a la historia. El primer vencedor de esa “nueva etapa” fue Mariano Calamante con una cupé Chevy.

Fue un 16 de Agosto como hoy, pero de 1964, en Tandil cuando Norberto Polinori triunfaba en una competencia para «No Ganadores» con la organización del Tandil Auto Club se disputa la prueba en el “Circuito de la Amistad”, de poco más de 209 km que debió ser recorrido en tres vueltas para cumplir poco más de 628 kilometros.

Al cierre del registro de inscripciones fueron 43 los pilotos anotados, 33 dieron su presencia al momento de iniciación de la prueba, con el efectivo lanzamiento de las máquinas.

El «NEGRO» NORBERTO POLINORI y JULIO GALVAN su acompañante.

El “Moño del Apache”:

Grandes actores del TC mostraban esta entrega en las sierras, entre ellos el “Negro” Norberto José Polinori, que venía precedido de grandes actuaciones. El piloto de Villa Cañas, era uno de los luchadores y laboriosos protagonistas de la marca, trabajador incansable en su pueblo del Departamento de Gral López. El auto, había sido probado por el “Sapito” de Venado Tuerto, Marcos Ciani, luego de la adaptación llevada a cabo por José María Baquio.

Polinori, hizo andar el Chevrolet, pero debieron ponerle mucho esfuerzo y empeño para lograr durabilidad a la planta motriz, que rendía, pero se rompía. Héctor “Chacarita” Pettinari, N. Ferreyra, Julio Galván (acompañante), Moises Brahim y la tarea de “Tino” Tombolini, que asimilaba muy bien los detalles que le proporcionaba su amigo Marcos Ciani. Así, le encontraron la vuelta al Apache 4 bancadas que luego comenzó a rendir sus frutos. Pettinari logró perfilar una tapa con seis entradas y cuatro salidas, y los resultados aparecieron rápidamente.

Pos. Piloto – Auto – Tiempo/Dif.

1º Norberto Polinori – Chevrolet 4h 11m 28s 2/10

2º Jose A. Manzano – Chevrolet a 1m 39s 6/10

3º Juan O. Facchini – Chevrolet a 3m 25s

4º Jose A. Ingaramo – Ford a 5m 9s 8/10

5º Cayetano Saladino – Ford a 9m 55s 6/10

6º Ernesto Scally – Ford a 35m 37s 1/10

El promedio del ganador fue de 149km 910

Norberto «el Negro» Polinori, en la vuelta de Salto.

Cuando un animador del TC nos deja en la “Vuelta de Rojas”:

Recuerda su acompañante, Julio Galván: “Nos tocó el cinco; nadie quería ese puesto -muchos se mataron con ese número-. Sexto largó Ternengo; el que, al llegar a la bajada a la tierra, estaba pegado a nosotros. ¿Cómo lo había logrado tan rápido? La viuda de Meunier, bajó la bandera antes de los diez segundos reglamentarios, entre la partida de cada auto. Le dije a ‘El Negro’: “No lo dejés bajar a la tierra primero”; para evitar problemas, hizo lo contrario. En la tierra siempre fuimos entre la polvareda de Ternengo; no lo podíamos pasar. En las curvas lo encimábamos; andábamos jugados para alcanzar la punta. En la tercer vuelta -íbamos tercero-, se dio vuelta el viento, lo teníamos de cola, la tierra quedaba encajonada en el camino; no veíamos nada. El punto de referencia que había tomado eran tres molinos, al pasar el último, a los dos minutos teníamos que doblar a la derecha, yo los venía mirando -marchábamos a ciento ochenta kilómetros por hora-, de repente, sentí un golpe, el auto empezó a derrapar, hizo un trompo -no sabía que pasaba-, pegué con la cabeza contra el tablero, fue un golpe elástico (chocamos el auto de Andrés Melino que circulaba despacio al borde del camino que era angosto). Al parar, quedando el auto en sentido contrario a la carrera, ‘El Negro’ me grita: “¡Dale, bajate!”; lo quedé mirando… “¿Qué pasó?”; le pregunté; “¡Dispará!”; insistió. Bajé del auto y me quedé parado al lado, no se veía ni a un metro. Me acordé que atrás nuestro, cerca, venía Gastón Perkins. Le grité: “¡’Negro’ guarda atrás!…” -nunca me voy a olvidar…- terminé la frase y sentí un golpe, vi algo que voló, no sabía qué era. Crucé el alambrado sin sacarme el casco, me metí cincuenta metros adentro el campo; podía pasar cualquier cosa allí. Cuando se disipó el hongo de tierra, fui a ver lo ocurrido. Creí que ‘El Negro’ había cruzado para el otro campo, observé en esa dirección, no lo vi; miré para atrás, lo divisé boca abajo en el camino. Está vivo…, pensé. Fui corriendo, lo di vuelta…, enseguida me di cuenta que era sólo su cuerpo desnudo, golpeado, sin rastro de sangre derramada, desprovisto de existencia, el que tenía entre mis manos».

Polinori que había sido atropellado Gastón Perkins, Juan Carlos Perkins queda involucrado en el accidente al chocar (y volcar) el auto de su hermano (Gastón), el menor de los Perkins sufrió graves heridas que lo hicieron alejarse del automovilismo y su acompañante falleció también en el accidente, la carrera cobraba 2 vidas, pero igual se siguió compitiendo.

Publicado por prensaohf

Periodista y Corresponsal Naval.

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